Clara Nidemayer es una autora nacida en 1980 en Paraguay y que en la actualidad reside en Ponferrada. Acaba de publicar ‘En el silencio... Mi voz’, un libro que, según sus propias palabras, "está narrado a través de una niña que sufre los abusos sexuales". En opinión de su autora "tiene fines terapéuticos que podría servir tanto a personas que han sido víctimas como a padres de familia para ayudar a concienciar mejor y enseñar a los hijos a cuidarse y saber reconocer a un agresor".
– ¿Cómo surge la idea de escribir ‘En el silencio… Mi voz’?
– La idea de escribir ‘En el silencio... Mi voz» surgió desde mi deseo de contar aquellas cosas de las que poco se habla.
– Uno de los más graves problemas de quien ha sufrido abusos en la infancia es la comunicación con sus padres o su entorno. ¿Es precisamente mejorarla el gran objetivo de este libro?
– Sí, el objetivo es mejorar la comunicación y dar visibilidad a un tema tan delicado y difícil de contar.
– Como ocurre con otras de las lacras de nuestro tiempo, ¿Hay que cuidar tanto a la víctima como a su entorno para que todos puedan superar el trauma?
– Así es, y para cuidar a la víctima y su entorno lo principal es observar los cambios de comportamiento en muchos aspectos, es la manera para buscar ayuda para intentar superarlo.
– ¿Está la sociedad de hoy demasiado acostumbrada a mirar para otro lado cuando hay un problema que resulta desagradable como el de los abusos infantiles?
– Se mira bastante para otro lado aunque la sociedad de ahora ha evolucionado positivamente con respecto a hace años. También hay más medios de comunicación que facilitan los métodos para denunciar en comparación con otras épocas.
– ¿Qué otros retos literarios tiene ahora por delante?
– Mis siguientes retos literarios son seguir escribiendo historias reales como esta, y dar a conocer un poco más la sensibilidad humana y contar la vida misma.
– ¿Cómo surge la idea de escribir ‘En el silencio… Mi voz’?
– La idea de escribir ‘En el silencio... Mi voz» surgió desde mi deseo de contar aquellas cosas de las que poco se habla.
– Uno de los más graves problemas de quien ha sufrido abusos en la infancia es la comunicación con sus padres o su entorno. ¿Es precisamente mejorarla el gran objetivo de este libro?
– Sí, el objetivo es mejorar la comunicación y dar visibilidad a un tema tan delicado y difícil de contar.
– Así es, y para cuidar a la víctima y su entorno lo principal es observar los cambios de comportamiento en muchos aspectos, es la manera para buscar ayuda para intentar superarlo.
– ¿Está la sociedad de hoy demasiado acostumbrada a mirar para otro lado cuando hay un problema que resulta desagradable como el de los abusos infantiles?
– Se mira bastante para otro lado aunque la sociedad de ahora ha evolucionado positivamente con respecto a hace años. También hay más medios de comunicación que facilitan los métodos para denunciar en comparación con otras épocas.
– ¿Qué otros retos literarios tiene ahora por delante?
– Mis siguientes retos literarios son seguir escribiendo historias reales como esta, y dar a conocer un poco más la sensibilidad humana y contar la vida misma.