Patricio de Azcárate y Augusto Comte

Aunque en 1716 Mary Hickes y su hija de nueve años fueron acusadas de brujas y ejecutadas  por provocar supuestamente una tormenta (la legislación contra la brujería no se aboliría en Inglaterra hasta 1736), una nueva mentalidad se estaba abriendo paso entre la élite instruida. El historiador David Wootton, autor de ‘La invención de la ciencia. Una nueva historia de la revolución científica’ atribuye ese cambio de mentalidad a la nueva ciencia: «En 1650 prácticamente nadie sabía cómo estudiar el mundo físico. Hacia 1700 se había establecido bien la idea de que el estudio del mundo físico tiene que ver con hechos, experimentos, evidencias, teorías y leyes de la naturaleza. Las revoluciones científicas posteriores han transformado nuestro conocimiento, pero no han fundido y vuelto a moldear nuestra idea de la ciencia». Para Wootton, las bases de la nueva ciencia las puso Newton en 1704  con la publicación de ‘Opticks’, un camino iniciado ya en 1572 por Tycho Brahe al estudiar una supernova desconocida.

En la aparición de una nueva forma de pensar y la difusión del pensamiento científico jugó un importante papel la Royal Society de Londres, fundada el año 1660, primera institución oficial de ese tipo. En 1666 se crea la Academia de Ciencias de París. Después vendrían las de Berlín (1700) y  de San Petersburgo (1724). En otro plano,  el espíritu reformista de la Ilustración dará lugar a la implantación de las Sociedades de Amigos del País. La primera en constituirse es la Sociedad Bascongada de Amigos del País el año 1764 en la localidad guipuzcoana de Azcoitia. En 1782 se crea la Sociedad Patriótica de Amigos del País de León. En sus inicios, son la Iglesia y cargos públicos los que dirigen su funcionamiento. Desde 1794 hasta 1813 interrumpe sus tareas. En la siguiente etapa (1815-1847), arrastra una vida gris, ceñida al ámbito local, sin apenas fondos. No vuelve a operar hasta 1855. Entre otras actividades pone en marcha una escuela de niñas y una academia de dibujo. A partir de la publicación de sus estatutos en 1869, experimenta cierto auge y un notable incremento de socios de profesiones liberales que ocupan puestos relevantes en la administración local; abre la Cátedra de Agricultura y se dota de una biblioteca y un boletín. En 1900 materializa el proyecto de una Caja de Ahorros. En los años ochenta cesará su actividad.

"En el afán divulgativo de una burguesía ilustrada, que ha caracterizado a esa institución, se inscribe el discurso ofrecido por Patricio de Azcárate el día 25 de abril del año 1870 en el Liceo de la Real Sociedad de Amigos del País de León, bajo el encabezamiento: 'Del materialismo y positivismo contemporáneos', bajo el auspicio de la Sociedad. Si bien en un principio el conferenciante argumenta: «No hay otro camino para el progreso de las ciencias físicas, químicas, naturales y matemáticas que el método inductivo, el método baconiano, caminando de los hechos a los principios, de los fenómenos al descubrimiento de las leyes, como propone Mr. Comte», pronto pone límites a la filosofía positiva del filósofo francés, al espíritu materialista que alienta bajo ella y que  pretendería reducirnos a lo defendido en ‘El hombre máquina’ por La Mettrie. Patricio de Azcárate, ejemplo de una prudente élite rectora  provinciana  que advierte de los peligros de querer ir demasiado lejos, de la posibilidad de acabar «convirtiendo el espíritu en puro fantasma».