Mercedes G. Rojo: "Nadie se va de su tierra para quitarle el trabajo a alguien"

La escritora astorgana presenta este sábado en el Musac su nuevo poemario, ‘Pecado de omisión’ (Huerga & Fierro), que refleja su talante más personal y combativo al denunciar las situaciones de injusticia y de abandono que experimentan los colectivos más vulnerables de una sociedad insolidaria

Joaquín Revuelta
06 de Abril de 2019
Mercedes G. Rojo (en el centro) en la presentación de su anterior publicación ‘Pedro Mato’. | MAURICIO PEÑA
Mercedes G. Rojo lleva este sábado al Musac su nuevo poemario, ‘Pecado de omisión’ (Huerga & Fierro editores), en un acto que dará comienzo a las 19:00 horas y en el que estará acompañada por la también escritora Alicia López Martínez y por la editora Charo Fierro, además de contar con la actuación musical del guitarrista José Manuel Bonilla ‘Boni’ y la intervención poética performativa a cargo del grupo #Plataforma.

‘Pecado de omisión’, destacan desde la editorial Huerga & Fierro, «es el particular grito de Mercedes G. Rojo ante las situaciones en las que quienes menos tienen son los que más sufren, en especial las mujeres y los migrantes, pero también es una reflexión sobre la huella que la enfermedad, la soledad, el abandono o el fracaso dejan en las personas que a menudo pasan por nuestro lado sin ser vistas». Nos encontramos por tanto a la Mercedes G. Rojo más personal y reivindicativa. «Hablando con la gente te das cuenta de que olvidamos fácilmente lo que como sociedad hemos vivido en un pasado todavía reciente. No sé si son situaciones que vienen dominadas por una excesiva comodidad o por una excesiva insensibilidad. Pero sí que es cierto que de alguna manera necesitas denunciarlo», reconoce la escritora astorgana, que ha escogido para ello un formato de libro que sigue la senda de su publicación del 2016 ‘Días impares’, en la que opta por la prosa poética para dotar de forma y contenido a una publicación en la que tras la denuncia se reconoce igualmente «ese atisbo de esperanza que nos ayuda a seguir avanzando, con la mirada siempre al frente y la confianza en quienes nos rodean».

Preguntada qué ha llevado a una sociedad tan informada y con menos carencias que la de nuestros padres y abuelos a mostrarse tan insolidaria con la situación de los más desfavorecidos, la autora considera que «forma parte del egoísmo intrínseco del carácter humano que hace que miremos siempre hacia otro lado cuando el problema no nos afecta directamente. Ese quizás sea el problema y por eso las soluciones muchas veces llegan tarde, porque hasta que no nos afectan en carne propia parece que el problema no va con nosotros», argumenta González Rojo, para quien la información que hoy se recibe desde todos los ámbitos puede llegar a saturar tanto «que es una forma de orientar nuestros pensamientos hacia otro lado y en definitiva de volvernos más insensibles. Es un poco lo del pan y circo del tiempo de los romanos. Ahora muchas veces se nos bombardea con otro tipo de cosas que no tienen nada que ver con lo que realmente está pasando y entonces se enmascara esa problemática que acontece a nuestro alrededor, de tal manera que nos da la sensación de que no es para tanto lo que está ocurriendo o realmente no nos damos cuenta de ello hasta que nos afecta personalmente porque le ocurre a alguien muy cercano o a nosotros mismos», sostiene la escritora.

Esa insensibilidad de la sociedad ha actuado como caldo de cultivo para que lleguen otras voces que apuestan por cambiar el criterio por el que hasta ahora se había regido, pasando el extranjero a ser el enemigo a combatir. «Por suerte en mi familia nadie ha tenido que emigrar, pero si estoy rodeada de gente que ha tenido familiares fuera por distintos motivos, ya fueran políticos en su momento y más tarde económicos, que fueron la mayoría durante los años sesenta y setenta y en la actualidad con nuestros jóvenes como consecuencia de la crisis. Nadie se va de su tierra porque le apetezca, porque le venga bien o para quitarle el trabajo a alguien, se va porque en la mayoría de los casos no le queda otro remedio, pues existe una tendencia natural a continuar la vida o por lo menos estar cerca de aquel lugar donde tienes tus raíces, donde tienes tu familia y tu ámbito de trabajo. Pienso que hoy hace falta un poco más de reflexión antes de hablar alegremente y pensar qué supone para estas personas estar tan lejos de su casa y haber renunciado a tantas cosas», asegura.

Mercedes G. Rojo se aleja de forma temporal, en el caso de ‘Pecado de omisión’, de la artífice de publicaciones como ‘El gato maragato’ o ‘Pedro Mato’ que exploran en el mundo de las leyendas. La escritora maragata asegura que se siente igual de cómo en ambos registros, «forma parte intrínseca de mí y dependiendo del momento van saliendo unas cosas u otras. Llevo años trabajando en el tema de las leyendas, que va también acompañado de lo didáctico, y luego está esta otra faceta más reivindicativa, más personal, más ‘guerrera’, por decirlo de alguna manera, que pueden llegar a coincidir en el tiempo, como ha sucedido en el caso de ‘Pedro Mato’ y ‘Pecado de omisión’», reconoce la también gestora cultural, para quien todos sus trabajos «están basados en la necesidad de comunicar y de compartir con otras personas lo que siento. Piensa que con relación al mundo de las leyendas algo que tengo muy en cuenta es el tema de la relación intergeneracional, y aunque está tratado de otra manera en este último poemario esa relación intergeneracional también queda patente de alguna forma», sostiene la autora astorgana, que este sábado en el Musac va a estar acompañada por la editora Charo Fierro y por la escritora Alicia López Martínez. «Para mí es un lujo que una editorial tan señera como Huerga & Fierro en el mundo de la poesía haya tenido esta confianza en mí y en mi libro. Luego me acompañará Alicia López, que es también una escritora y poeta leonesa que comparte conmigo el afán de descubrir el mundo de las mujeres en el universo literario y ponerlas en el lugar que merecen. En la parte artística estarán José Manuel Bonilla ‘Boni’ con la guitarra eléctrica y el grupo #Plataforma que pondrá en escena algunos de los poemas del libro», concluye González Rojo.