Los sonidos del mundo

La Fundación Cerezales Antonino y Cinia estrena este domingo su segunda exposición en la nueva sede, una obra multimedia del artista cubano Adrian Melis que lleva el título ‘El silencio absoluto no existe’

C.C.L.
03 de Agosto de 2017
Mujeres mayores de Cuba protagonizan una vídeo instalación. Ellas recuerdan el pasado a través de una canción.
Los recuerdos, una destructora de papel, los sueños, el viaje de unos refugiados que huyen de su país, una empresa en la que los empleados manipulan la información... Todo suena.

El artista cubano Adrian Melis trata de demostrar en su exposición que ‘El silencio absoluto no existe’. Así se titula la nueva exposición que la Fundación Cerezales Antonino y Cinia inaugura el próximo domingo, la segunda en su nueva sede tras el paso de Hamish Fulton.

La nueva muestra está compuesta por ocho obras, un trabajo multimedia que ha dividido la sala de exposiciones en diferentes instalaciones en las que el artista observa y reinterpreta las estructuras financieras, política y sociales tanto de su país, Cuba, como de Europa y las formas en que estas estructuras moldean a las personas, cómo afectan a la sociedad y a la percepción de la realidad.

Los temas de actualidad son la base en la que Melis se ha inspirado para componer ‘El silencio absoluto no existe’. Asuntos como la ineficacia burocrática, el desempleo o la corrupción en la administración y en las grandes empresas le llevan a crear mecanismos de ‘status quo’ alternativos, llenos de ironía, absurdos o poéticos. En la muestra, realiza alteraciones de la realidad que suelen revelar tensiones y confusiones entre causa y efecto, o el significante y el significado, a través de la manifestación de las ausencias, ya sean formales o conceptuales, que son recurrentes en su obra. En uno de los proyectos, por ejemplo, se puede ver una entrevista muda al padre del artista, en la que reflexiona sobre los recientes acontecimientos decisivos en la historia de Cuba y en su relación con Occidente y que Melis ha titulado ‘El Hombre Nuevo y mi padre’.

‘El silencio absoluto no existe’ toma como premisa la teoría de John Cage que afirma que el silencio es inexistente y continúa observando paisajes sonoros, tanto audibles como abstractos, en la obra de Adrian Melis. Fijándose en el componente sonoro de sus trabajos, se desvela que esos sonidos, registrados entre el ruido del capitalismo y los ecos del comunismo, entre el sonido y el ‘no silencio’, transmiten el estado neurótico de un mundo en el que la crisis política, económica y, hay quien diría que de la imaginación, ha tomado el control.

El ruido de una destructora de papel deshaciendo los currículums de 3.000 parados españoles se yuxtapone a los sueños de empleados cubanos que se quedaban dormidos en su puesto de trabajo. En otra parte, el padre de Adrian Melis habla en una entrevista muda del futuro y de Fidel Castro mientras unas mujeres mayores cantan a su glorioso pasado. En otra de las obras Melis da a un grupo de refugiados muebles, trastos, tierra, cubos o contenedores para que reproduzcan el sonido de su viaje hasta Atenas y dieran forma al futuro que soñaban. ‘El silencio absoluto no existe' quiere invitar a disfrutar de la exhibición en modo de ‘escucha reducida’, la que el compositor francés Pierre Schaeffer considera el estado de escucha más avanzado, ya que demanda que el oyente entienda el sonido de una imagen como alto ontológicamente autónomo y separado de su fuente, como un material en bruto, por sí mismo.
De las imágenes que hablan a los sonidos que se pueden oír pero no ver, una exposición que imita a la neurosis a otros problemas mentales, entre cuyos síntomas está el ‘oír’ voces.

Las ocho obras de diferentes formatos que protagonizan la exposición se podrán ver hasta noviembre  La exposición se podrá disfrutar en la nueva sala de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia hasta el próximo 12 de noviembre, con acceso gratuito.
Además, Cerezales comienza este fin de semana dos de los grandes atractivos de su programa ‘Encerezados 2017’, el festival Arttítere, que inaugura mañana viernes la compañía peruana Teatro Intipacha con ‘Viento Globero’ y el Jazzfestival, con un concierto de Gorafunk este sábado a las 22:00 horas en la plaza del pueblo.

Embalses que transformaron

La próxima producción de la Fundación será en colaboración en el Musac y se basará en una investigación sobre la transformación del territorio producida por las grandes obras hidráulicas, con especial atención a los embalses de Juan Benet y Riaño, de cuya construcción se cumplen este año 50 y 30 años respectivamente. Bajo el título ‘Región (los relatos). Cambio del paisaje y políticas del agua’, la exposición se repartirá entre las salas del Musac y las de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, que aglutinarán diversos materiales: cuadros del Museo del Prado o restos arqueológicos al lado de archivos personales, periódicos coleccionados de manera doméstica, planos exhaustivos de ingeniería, expedientes de expropiación inéditos, documentales que se emitieron por televisión, libros centenarios de educación agrícola, películas, carteles o fotografías, además del trabajo de varios destacados artistas actuales que han reflexionado sobre el tema.