La artista madrileña de ascendencia leonesa, Isabel Gutiérrez, expone hasta el próximo 4 de junio en los dos espacios expositivos con que cuenta el Auditorio Ciudad de León la muestra retrospectiva ‘El perfil de las nubes’, que engloba varias series de su producción comprendida entre 2005 y 2015 y que tienen como denominador común su personal interpretación del paisaje del pueblo de sus abuelos, Canseco.
Tratándose de una muestra que abarca un largo periodo de tiempo, se puede apreciar la evolución de la artista dentro de un estilo como es el cubismo y en un mismo escenario como es Canseco, señaló el concejal de Cultura, Juan Pablo García, que acompañó a Isabel Gutiérrez en la presentación a los medios de ‘El perfil de las nubes’ que tuvo lugar en los primeros días del mes de mayo.
Cuatro series, ‘Canseco’, ‘Brillo’, ‘Arquitectura del sentimiento’ y ‘El perfil de las nubes’, que da título a la muestra, vertebran esta retrospectiva de diez años en la que la artista sigue una estética cubista que le permite atraer planos, alejarlos, diluirlos... "Ese concepto me gusta porque me permite expresar la sensación de que estando en este paisaje que para mí es maravilloso uno no puede abarcar todo al mismo tiempo porque todo es majestuoso, el color, los cambios de luz, la propia estructura del paisaje. Lo que te permite el cubismo es atemperar esa emoción de ver todo al mismo tiempo pensando que el espíritu no puede con todo", asegura Gutiérrez, que opta entonces por cortar, hacer planos, estructurar de tal manera que el espectador puede dirigir su mirada sin tener un empacho de belleza.
Isabel Gutiérrez asegura que le gusta trabajar con diferentes técnicas. "Me gusta mucho la témpera porque es una técnica muy opaca, pero al mismo tiempo brillante. La acuarela me encanta, sobre todo por su transparencia. Y el óleo es mi medio cotidiano de expresión", señala la artista madrileña, que reconoce que su pintura no es descriptiva en el sentido más físico del término sino que se encuentra impregnada de lirismo porque en realidad siempre le gusta expresarse en términos poéticos.
La artista de ascendencia leonesa ha llamado la exposición que presenta en el Auditorio de León con el nombre de la última serie en la que actualmente se encuentra trabajando. "Es una serie que se sustenta en la emoción, una emoción de elementos rotundos que se dan en el pueblo de Canseco. Allí casi todo es rotundo. Es compacta la arquitectura, como consecuencia de la climatología; son compactas las nubes, el color... todo ello me provoca una profunda emoción".
Isabel Gutiérrez recuerda muy nítidamente la primera visión que tuvo del pueblo de sus abuelos a raíz de visitar León en el año 2000 con motivo de una exposición de su amigo Jesús Trapote. "Recuerdo que le comenté que mis abuelos eran de un pueblo perdido en la montaña, porque así me lo habían hecho creer en casa. A partir de conocerlo decidí recuperar el terreno de mis abuelos y comprar una casa en la parte baja del pueblo, porque la casa de mis ancestros se encuentra en la parte alta y en invierno resulta casi imposible llegar".
Tratándose de una muestra que abarca un largo periodo de tiempo, se puede apreciar la evolución de la artista dentro de un estilo como es el cubismo y en un mismo escenario como es Canseco, señaló el concejal de Cultura, Juan Pablo García, que acompañó a Isabel Gutiérrez en la presentación a los medios de ‘El perfil de las nubes’ que tuvo lugar en los primeros días del mes de mayo.
Cuatro series, ‘Canseco’, ‘Brillo’, ‘Arquitectura del sentimiento’ y ‘El perfil de las nubes’, que da título a la muestra, vertebran esta retrospectiva de diez años en la que la artista sigue una estética cubista que le permite atraer planos, alejarlos, diluirlos... "Ese concepto me gusta porque me permite expresar la sensación de que estando en este paisaje que para mí es maravilloso uno no puede abarcar todo al mismo tiempo porque todo es majestuoso, el color, los cambios de luz, la propia estructura del paisaje. Lo que te permite el cubismo es atemperar esa emoción de ver todo al mismo tiempo pensando que el espíritu no puede con todo", asegura Gutiérrez, que opta entonces por cortar, hacer planos, estructurar de tal manera que el espectador puede dirigir su mirada sin tener un empacho de belleza.
Isabel Gutiérrez asegura que le gusta trabajar con diferentes técnicas. "Me gusta mucho la témpera porque es una técnica muy opaca, pero al mismo tiempo brillante. La acuarela me encanta, sobre todo por su transparencia. Y el óleo es mi medio cotidiano de expresión", señala la artista madrileña, que reconoce que su pintura no es descriptiva en el sentido más físico del término sino que se encuentra impregnada de lirismo porque en realidad siempre le gusta expresarse en términos poéticos.
La artista de ascendencia leonesa ha llamado la exposición que presenta en el Auditorio de León con el nombre de la última serie en la que actualmente se encuentra trabajando. "Es una serie que se sustenta en la emoción, una emoción de elementos rotundos que se dan en el pueblo de Canseco. Allí casi todo es rotundo. Es compacta la arquitectura, como consecuencia de la climatología; son compactas las nubes, el color... todo ello me provoca una profunda emoción".
Isabel Gutiérrez recuerda muy nítidamente la primera visión que tuvo del pueblo de sus abuelos a raíz de visitar León en el año 2000 con motivo de una exposición de su amigo Jesús Trapote. "Recuerdo que le comenté que mis abuelos eran de un pueblo perdido en la montaña, porque así me lo habían hecho creer en casa. A partir de conocerlo decidí recuperar el terreno de mis abuelos y comprar una casa en la parte baja del pueblo, porque la casa de mis ancestros se encuentra en la parte alta y en invierno resulta casi imposible llegar".