Hacer visible lo invisible

‘Naturalezas InVisibles’ es la exposición del artista Mario Colins inaugurada el pasado miercoles en la sede de la Fundación Vela Zanetti

Aitana Mallo
30 de Julio de 2018
‘El secreto de la raíz I’. | L.N.C.
La naturaleza para el ser humano siempre ha sido algo místico, que genera una atracción por su presencia, su belleza y también por lo desconocido de sus procesos; de lo que se puede ver y lo que está oculto, pero percibido como algo presente, en lo que tenemos alrededor.

‘Naturalezas InVisibles’ es la exposición de Mario Colins fue inaugurada el pasado miércoles 25 de junio en la Fundación Vela Zanetti. Podrá visitarse en horario de 10:00 a 13:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas de martes a sábado, hasta el 14 de agosto.

Las diferentes obras del proyecto explican de manera poética la particular relación de las intervenciones con la creación natural y, a su vez, el vínculo de ésta con sí misma, representada a través de las obras sobre papel con las maderas extraídas de la realización de las esculturas. Una astilla situada en posición horizontal separa y une a la vez lo visible y lo oculto de estos conceptos arbóreos. Hacia arriba lo palpable por los humanos y, hacia abajo lo queorigina el crecimiento de estos seres vivos y a menudo olvidado.

A su vez, las esculturas se instalan sobre espejos redondos para crear un todo mediante la unión de escultura y reflejo, convirtiéndose en parte indisoluble una del otro, revelando la esencia de esta ‘Naturalezas InVisibles’.«Busco llevar al espectador a un estado de conciencia para recapacitar sobre qué es lo que sucede para que todo brote, que pasa desapercibido por todos y, ni recordamos ni cuidamos», asegura el artista.

La exposición está formada por un conjunto de 39 obras entre formato papel y esculturas. Su desarrollo se extiende a lo largo de tres años de trabajo que no da por finalizados, ya que pretende seguir ampliando la colección.  Cuando Colins trabaja la madera, lo hace con un gran respeto hacia la naturaleza. El artista deja que el material comunique y logra que se establezca un diálogo entre el arte y la naturaleza. Este escultor investiga dentro de los troncos, busca el paisaje al que perteneció el árbol, lo deja hablar para descubrir todo un mundo, para mostrar la naturaleza.

«La naturaleza me apasiona desde mis inicios artísticos». Nació en Huesca, en Albelda, en un campo de olivos rodeado de naturaleza y desde pequeño el paisaje ha actuado en él como un efecto llamada. Su concepto de obra implica trabajar con y en la naturaleza ya que su lugar de trabajo se sitúa en medio del campo, en una antigua cuadra de ovejas rehabilitada como taller, por cuyas ventanas no deja de asomarse todo aquello que le apasiona.