En Villamor, "quien prueba una vez, repite"

Villamor, restaurante donde poder degustar comida tradicional y casera con todo su sabor y, al mismo tiempo, disfrutar de la naturaleza del entorno omañés

Aitana Mallo
03 de Agosto de 2018
María del Mar y Raúl son los responsables de idear todas las recetas. |L.N.C.
Son muchos los visitantes de la comarca de Omaña y de todos los puntos de la provincia los que se acercan durante estos meses estivales a degustar los platos llenos de sabor que se preparan a diario en el restaurante Villamor.

Una cocina tradicional para chuparse los dedos, casera y sabrosa, como comer un domingo en casa de la abuela, así saben los platos de este restaurante, ubicado en el municipio de Riello. Un lugar con un encanto especial en el que el ambiente acogedor y la calidad de sus platos han quedado más que demostrados con sus llenos continuos día tras día.Abrieron sus puertas al público en pleno verano de 2014, siendo su cocina un éxito desde el minuto uno. Ahora son María del Mar y Raúl los que con susasombrosas manos apotan un toque único y personal a cada receta.La oferta gastronómica es variada, el arroz meloso de la casa es su plato estrella, pero también destacan sus carnes y pescados, desde el cabrito, las chuletillas de cordero, el lomo a la naranja, el pollo de corral, la lengua guisada y el tierno solomillo de ternera con salsa de roquefort o pimienta, hasta el bacalao con tomate confitado y la merluza a la cazuela.En estos meses de verano se ofrecen también platos más frescos, como la escalibada de verduras con queso de cabra y las variadas ensaladas cocinadas con productos de temporada, haciendo especial incapié en la de queso, pimientos y crujiente de cecina y jamón omañeses. No obstante, hay a quién no le importa pasar un poquito de calor si es por degustar la fabada y el cocido de la casa, exquisito en cualquier época del año.Las raciones de mollejas de ternera cocinadas en tartera de barro, las patatas a la mimosa y las setas con almejastambién forman parte de la oferta culinaria de Villamor.

Los más dulceros y los no tanto, no pueden resistirse a probar los postres caseros como el flan de café, la tarta de chocolate y zanahoria, la de queso o su requeson con nueces y miel de la zona.

Pero lo más sorprendente de todo son los económicos precios que hay detrás de estos deliciosos y elaborados platos, con el menú diario a 9 euros y el festivo a 15. También hay menú para llevar por 6,90 y 11,50 euros respectivamente.

La decoración está cuidada al detalle con coloridas flores en la fachada, en su patio con retoques rústicos donde se puede comer en estos meses de calor y en sus rincones, así como velas de varias formas y jarrones de cristal decorado, que aporta un toque más íntimo y mágico a la estancia.

También tiene servicio de cafetería y una amplia terraza, ideal para desayunar una tosta con aceite o jamón, o incluso la tortilla, los días de verano.

Otro factor favorable lo constituyen las maravillosas zonas de baño que hay a escasos kilómetros, como La Omañuela, Castro y El Castillo, situadas en el corazón de Omaña.Así como las múltiples rutas señalizadas con las que cuentan las montañas cercanas para poder disfrutar en familia.«La mayor recompensa que recibimos es que quien prueba, repite», asegura el dueño del negocio.