En todas las conversaciones sobre las bondades y no tanto de las ciudades aparece la calidad del agua —lo que popularmente se llama ‘cubalibre de cañería’— y existen muchos tópicos sobre ella, como que en general es mala o que es mejor en las ciudades del norte o frías, tampoco es una verdad absoluta.
Como siempre hay un estudio para un descosido también en este caso existe, lo realiza cada cierto tiempo la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y se llama ‘Estudio de calidad del agua del grifo’. Su ficha técnica hablade muchos parámetros, como la mineralización, la presencia de metales naturales o derivados de las conducciones (como el cobre o el zinc), los trihalomentanos (resultado de reacciones del cloro), la presencia de plaguicidas (derivados de los cultivos), la turbidez (presencia de partículas que disminuyan la transparencia), la microbiología (existencia de patógenos) y el precio (gasto medio según las tarifas existentes). Cosa seria como se ve.
Al grano. El primer tópico, que el agua es mala en general, no es cierto para nada pues, asegura el estudio: «el agua en España es buena o muy buena en el 89% del territorio».
¿Y León? Pues ahí en una zona media del pelotón de los que su agua está calificada como «buena»; es decir, la gran mayoría, como se ha apuntado. En su mismo grupo hay otras 27 ciudades: Oviedo, Granada, Bilbao, León, Gerona, Soria, Albacete, Santander, Tenerife, Huesca, Zaragoza, Lugo, Lérida, Pamplona, Segovia, Vitoria, Almería, Salamanca, Toledo, Zamora, Sevilla, Valencia, Valladolid, Cádiz, Castellón, Alicante, Cáceres y Teruel.
Sí hay sorpresas entre las mejores y también entre las peores. La cabeza de la clasificación, aquellos que disfrutan de un agua excelente son los vecinos de ciudades como Burgos (pocos minerales, sin nada de cal (blanda) y no presenta contaminantes además de buen precio) y San Sebastián, que podría ser esperable, pero sorprende la tercera clasificada: «Las Palmas: puede parecer sorprendente que el agua de una ciudad situada en una isla, donde los recursos hídricos son por fuerza bastante limitados, se haya colado en la terna de los tres mejores.El agua puede proceder de una mezcla de orígenes (desaladora, pozos propios, acuíferos); explica la OCU.
Entre las peores sorprende la presencia de la localidad palentina de Lebanza (achacado a la presencia de E. Coli, indicador de contaminación fecal y reciente) y con ella aparecen Ciudad Real, Palma de Mallorca (agua muy dura ymuy mineralizada, lo que confiere mal sabor), y Barcelona, Huelva y Logroño: las tres últimas con presencia elevada de microorganismos aerobios que revelan mala desinfección del agua.
Como siempre hay un estudio para un descosido también en este caso existe, lo realiza cada cierto tiempo la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y se llama ‘Estudio de calidad del agua del grifo’. Su ficha técnica hablade muchos parámetros, como la mineralización, la presencia de metales naturales o derivados de las conducciones (como el cobre o el zinc), los trihalomentanos (resultado de reacciones del cloro), la presencia de plaguicidas (derivados de los cultivos), la turbidez (presencia de partículas que disminuyan la transparencia), la microbiología (existencia de patógenos) y el precio (gasto medio según las tarifas existentes). Cosa seria como se ve.
Al grano. El primer tópico, que el agua es mala en general, no es cierto para nada pues, asegura el estudio: «el agua en España es buena o muy buena en el 89% del territorio».
¿Y León? Pues ahí en una zona media del pelotón de los que su agua está calificada como «buena»; es decir, la gran mayoría, como se ha apuntado. En su mismo grupo hay otras 27 ciudades: Oviedo, Granada, Bilbao, León, Gerona, Soria, Albacete, Santander, Tenerife, Huesca, Zaragoza, Lugo, Lérida, Pamplona, Segovia, Vitoria, Almería, Salamanca, Toledo, Zamora, Sevilla, Valencia, Valladolid, Cádiz, Castellón, Alicante, Cáceres y Teruel.
Sí hay sorpresas entre las mejores y también entre las peores. La cabeza de la clasificación, aquellos que disfrutan de un agua excelente son los vecinos de ciudades como Burgos (pocos minerales, sin nada de cal (blanda) y no presenta contaminantes además de buen precio) y San Sebastián, que podría ser esperable, pero sorprende la tercera clasificada: «Las Palmas: puede parecer sorprendente que el agua de una ciudad situada en una isla, donde los recursos hídricos son por fuerza bastante limitados, se haya colado en la terna de los tres mejores.El agua puede proceder de una mezcla de orígenes (desaladora, pozos propios, acuíferos); explica la OCU.
Entre las peores sorprende la presencia de la localidad palentina de Lebanza (achacado a la presencia de E. Coli, indicador de contaminación fecal y reciente) y con ella aparecen Ciudad Real, Palma de Mallorca (agua muy dura ymuy mineralizada, lo que confiere mal sabor), y Barcelona, Huelva y Logroño: las tres últimas con presencia elevada de microorganismos aerobios que revelan mala desinfección del agua.