La mascarada de invierno de Los Campaneiros de La Cuesta (en Cabrera) ha tenido una muy buena acogida durante el fin de semana, lo que anima a la asociación Trimuella a seguir trabajando en su celebración y difusión. «Valoramos mucho la presencia de fotógrafos y estudiosos de estos temas de folclore y tradiciones, llegados desde muchos puntos de España», señalaba su representante Iván Martínez.
Al margen de la celebración central, los campaneiros, se celebraron otras actividades, como una conferencia de Joaquín Alonso y un concierto de Gritsanda que enganchó a los asistentes hasta bien entrada la noche del sábado. Y es que Trimuella planteó los campaneiros como gancho para dar a conoceresta zona de La Cabrera y fletaron desde León un autobús para que la gente acudiera. «Se llenó el autobús que nos cedió al Diputación y si hubiera otros dos yo creo que se habrían llenado también». Alrededor de sesenta personas se desplazaron hasta esta pequeña localidad el sábado y más de cien lo hicieron el domingo, unas cifras que valoran muy positivamente los organizadores, dadas las fechas y demás condicionantes.
Hasta el tiempo pareció sumarse «a la fiesta» y aunque nevó hasta las once de la mañana del sábado, cedió a partir de esa hora y ‘los campaneiros’ ya tomaron las calles con sus máscaras y sus tradicionales «juegos» con los vecinos y asistentes.
Aprovecharon ademas que hubiera acudido la gente a la llamada de ‘los campaneiros’ para «hacer patria» y el autobús fletado recorrió otros puntos de la comarca, como un viejo molinos o los museos de la zona;además de las largas conversaciones.
Al margen de la celebración central, los campaneiros, se celebraron otras actividades, como una conferencia de Joaquín Alonso y un concierto de Gritsanda que enganchó a los asistentes hasta bien entrada la noche del sábado. Y es que Trimuella planteó los campaneiros como gancho para dar a conoceresta zona de La Cabrera y fletaron desde León un autobús para que la gente acudiera. «Se llenó el autobús que nos cedió al Diputación y si hubiera otros dos yo creo que se habrían llenado también». Alrededor de sesenta personas se desplazaron hasta esta pequeña localidad el sábado y más de cien lo hicieron el domingo, unas cifras que valoran muy positivamente los organizadores, dadas las fechas y demás condicionantes.
Hasta el tiempo pareció sumarse «a la fiesta» y aunque nevó hasta las once de la mañana del sábado, cedió a partir de esa hora y ‘los campaneiros’ ya tomaron las calles con sus máscaras y sus tradicionales «juegos» con los vecinos y asistentes.
Aprovecharon ademas que hubiera acudido la gente a la llamada de ‘los campaneiros’ para «hacer patria» y el autobús fletado recorrió otros puntos de la comarca, como un viejo molinos o los museos de la zona;además de las largas conversaciones.