El último reto al que se enfrentan los templos de Angkor es el hundimiento de todo el parque arqueológico debido a la extracción abusiva de agua para abastecer al turismo. Como muchos otros centros turísticos (Macchu Pichu tiene el mismo problema) está en continuo cambio debido a la interacción que tenemos con él, no sabemos cómo será dentro de diez años pero lo cierto es que Angkor es cómo lo encontramos también debido a los trabajos de desforestación que se han llevado a cabo desde principios del siglo XX.