El confinamiento no ha conseguido parar a la naturaleza y los bosques bercianos comienzan a enseñar alguna que otra joya. La que se encontró Eugenio Juan Gómez, miembro de la Asociación Micológica Cantharellus es un ejemplo. Una boletus pinicola de 1,5 kilos. Todo un ejemplar que enseña Gómez bromeando al asegura que la producción "sale un poco flaca del invierno".