La concejala de Bienestar Social de Ponferrada y secretaria de Acción Institucional de Podemos en Castilla y León, Lorena González, amplió los temas tratados en el reciente encuentro con la Junta de Personal del Hospital El Bierzo. Comunicó que “no es la primera, ni la segunda, ni la tercera reunión que hemos mantenido, pues trabajamos de forma conjunta”.
Considera que "la ciudadanía berciana ha realizado un gran esfuerzo en defensa de sus derechos sanitarios movilizándose, caminando por las calles de Ponferrada reivindicando por lo suyo y yendo incluso hasta Valladolid concentrándose en las Cortes de Castilla y León y la propia Consejería de Sanidad”, por lo que ahora "es turno de la clase política".
Afirma que deben unirse todos los alcaldes y alcaldesas de los 38 municipios bercianos para ser ellos quienes acudan a Valladolid, pues “no se puede delegar constantemente la responsabilidad política de garantizar derechos en la ciudadanía. Tienen que ser los regidores quienes se reúnan con el consejero de Sanidad para garantizar el cumplimiento del derecho”.
En el encuentro con la Junta de Personal, además, González comunicó que se concluyó que “la problemática no es por falta de conocimiento de la Junta de Castilla y León. Saben que hay falta estructural de personal, de especialidades, de recursos, de plantillas en el Hospital El Bierzo. Lo que pasa es que no están haciendo nada y siguen defendiendo cuestiones como la unidad de radioterapia en la clínica privada y no en el hospital público, algo que el Partido Popular ha venido prometiendo, pero al final los hechos hablan por sí solos”.
A continuación, la edil manifestó estar a expensas de posteriores reuniones en las que se barajará otro tipo de actuaciones para que instancias superiores a la Junta de Castilla y León obliguen a “dejar atrás esta política negligente” porque “que haya listas de espera de más de dos años y medio o te estén derivando a otras especialidades para intentar rebajar la lista de espera de traumatología, por ejemplo, es indecente”, criticó.
Para terminar, González centró su atención en otra cuestión que “puede parecer baladí o simple, pero que debilita al hospital”: los problemas con los ascensores. “Antes había una persona que, si se atrancaba el ascensor, podía abrirlo. Ahora, con la nueva empresa, tienen que venir de fuera a abrirlo. Si una mujer se pone de parto y la tienen que trasladar desde planta hasta el paritorio, a lo mejor deja de dar igual que se quede parado una hora”, protestó.
Considera que "la ciudadanía berciana ha realizado un gran esfuerzo en defensa de sus derechos sanitarios movilizándose, caminando por las calles de Ponferrada reivindicando por lo suyo y yendo incluso hasta Valladolid concentrándose en las Cortes de Castilla y León y la propia Consejería de Sanidad”, por lo que ahora "es turno de la clase política".
Afirma que deben unirse todos los alcaldes y alcaldesas de los 38 municipios bercianos para ser ellos quienes acudan a Valladolid, pues “no se puede delegar constantemente la responsabilidad política de garantizar derechos en la ciudadanía. Tienen que ser los regidores quienes se reúnan con el consejero de Sanidad para garantizar el cumplimiento del derecho”.
En el encuentro con la Junta de Personal, además, González comunicó que se concluyó que “la problemática no es por falta de conocimiento de la Junta de Castilla y León. Saben que hay falta estructural de personal, de especialidades, de recursos, de plantillas en el Hospital El Bierzo. Lo que pasa es que no están haciendo nada y siguen defendiendo cuestiones como la unidad de radioterapia en la clínica privada y no en el hospital público, algo que el Partido Popular ha venido prometiendo, pero al final los hechos hablan por sí solos”.
A continuación, la edil manifestó estar a expensas de posteriores reuniones en las que se barajará otro tipo de actuaciones para que instancias superiores a la Junta de Castilla y León obliguen a “dejar atrás esta política negligente” porque “que haya listas de espera de más de dos años y medio o te estén derivando a otras especialidades para intentar rebajar la lista de espera de traumatología, por ejemplo, es indecente”, criticó.
Para terminar, González centró su atención en otra cuestión que “puede parecer baladí o simple, pero que debilita al hospital”: los problemas con los ascensores. “Antes había una persona que, si se atrancaba el ascensor, podía abrirlo. Ahora, con la nueva empresa, tienen que venir de fuera a abrirlo. Si una mujer se pone de parto y la tienen que trasladar desde planta hasta el paritorio, a lo mejor deja de dar igual que se quede parado una hora”, protestó.