La localidad de Quintana de Fuseros, en el municipio berciano de Igüeña quiere crear una asociación cultural que se encargue de organizar a partir de ahora una de las tradiciones ancestrales del pueblo y única en el contorno, la Procesión de los Amortajados.
Esta tradición, que se celebra cada día 3 de mayo desde la iglesia del pueblo hasta la ermita del Cristo de La Cabaña reúne a fieles y a curiosos entorno a un evento en el que varios ‘ofrecidos’ que se habían encomendado al Cristo desfilan con las tradicionales mortajas, para agradecer con su devoción, una curación de un accidente o enfermedad o gran favor concedido.
La tradición viene al menos del siglo XVIII, ya que hay documentación de ellos al respecto, y hace dos años fue declarada Fiesta de interés Turístico Provincial por su peculiaridad y exclusividad. Así, para poder gestionar toda el evento, los vecinos deseaban crear un colectivo que permitirá una mejor organización, acceder a ayudas, subvenciones, o llevar las cuentas de una forma regulada.
Desde el año 1993 el vecino Manuel Durández lleva siendo el encargado de la ermita y llevando minuciosamente todas las cuentas y movimientos que tienen que ver con la ermita, desde las obras de reparación, hasta los donativos o las velas con todo detalle, pero cree que con la declaración es mejor que «todo esté perfectamente legal y a nombre de una asociación, que se elija por los vecinos, con su presidente, tesorero, vocal o como indiquen los reglamentos», indica.
Antiguamente, la procesión era organizada por la Cofradía de las Ánimas, que desapareció, si bien ahora creen que es mejor fórmula la de asociación cultural, a la que Manuel todavía no sabe si se le dará el nombre también de Las Ánimas, para mantener el arraigo, o si será algo distinto. «Eso será lo que propongan y voten los vecinos, los socios que quieran participar». Pero «lo importante sería que esto no se perdiera».
Esperan que con la ayuda de la Junta Vecinal y el Ayuntamiento, se puedan dar pasos muy pronto para que en primavera pueda estar constituida esa asociación y la próxima Procesión de los Amortajados, el día 3 de mayo de 2020 pueda ya organizarse desde el colectivo.
Esta tradición, que se celebra cada día 3 de mayo desde la iglesia del pueblo hasta la ermita del Cristo de La Cabaña reúne a fieles y a curiosos entorno a un evento en el que varios ‘ofrecidos’ que se habían encomendado al Cristo desfilan con las tradicionales mortajas, para agradecer con su devoción, una curación de un accidente o enfermedad o gran favor concedido.
La tradición viene al menos del siglo XVIII, ya que hay documentación de ellos al respecto, y hace dos años fue declarada Fiesta de interés Turístico Provincial por su peculiaridad y exclusividad. Así, para poder gestionar toda el evento, los vecinos deseaban crear un colectivo que permitirá una mejor organización, acceder a ayudas, subvenciones, o llevar las cuentas de una forma regulada.
Desde el año 1993 el vecino Manuel Durández lleva siendo el encargado de la ermita y llevando minuciosamente todas las cuentas y movimientos que tienen que ver con la ermita, desde las obras de reparación, hasta los donativos o las velas con todo detalle, pero cree que con la declaración es mejor que «todo esté perfectamente legal y a nombre de una asociación, que se elija por los vecinos, con su presidente, tesorero, vocal o como indiquen los reglamentos», indica.
Antiguamente, la procesión era organizada por la Cofradía de las Ánimas, que desapareció, si bien ahora creen que es mejor fórmula la de asociación cultural, a la que Manuel todavía no sabe si se le dará el nombre también de Las Ánimas, para mantener el arraigo, o si será algo distinto. «Eso será lo que propongan y voten los vecinos, los socios que quieran participar». Pero «lo importante sería que esto no se perdiera».
Esperan que con la ayuda de la Junta Vecinal y el Ayuntamiento, se puedan dar pasos muy pronto para que en primavera pueda estar constituida esa asociación y la próxima Procesión de los Amortajados, el día 3 de mayo de 2020 pueda ya organizarse desde el colectivo.