Tras las declaraciones realizadas en la jornada del jueves, segundo día de huelga de los trabajadores de la factoría de palas eólicas en Ponferrada, LM, tras el anuncio de despidos a 393 operarios, por parte de la consejera de Empleo de la Junta de Castilla y León, Ana Carlota Amigo, en las que reiteraba el compromiso de la Junta “de financiar los costes de Seguridad Social de un ERTE y apoyar con otras medidas”, el presidente del comité de empresa de LM, Gabriel Garnelo ha pedido a la administración autonómica su “mediación activa y presencial” en el conflicto.
La dirección había negado que tuviera una oferta de ayuda de la Junta y además se rechazaba a estudiarla, si fuera así, por lo Garnelo solicita a la Junta que ponga“dentro de la propia mesa negociadora la propuesta de una manera definida y concreta”.
Y es que, según se recoge literalmente en el acta de la negociación del pasado 4 de agosto, la empresa expone que “únicamente va a valorar las propuestas que se hagan en esta mes”, ratifica Garnelo.
“La posición de la empresa es inmovilista. Creemos que la única posibilidad de que la empresa valore esa propuesta y sea incluida en el expediente es mediante su presentación física por parte de quien la realiza, en este caso la Junta de Castilla y León”, pide. Es la salida que ven los trabajadores, enfadados por la “prepotencia de la dirección”, que no quiere estudiar más salidas que su propia decisión de dejar fuera a un 40% de su plantilla en Ponferrada, sin una justificación coherente, dicen, sino buscando solo un fin deslocalizador.
Empresa y comité volverán a negociar el lunes y el martes, cuando comiencen una huelga de unas seis jornadas al menos.
La dirección había negado que tuviera una oferta de ayuda de la Junta y además se rechazaba a estudiarla, si fuera así, por lo Garnelo solicita a la Junta que ponga“dentro de la propia mesa negociadora la propuesta de una manera definida y concreta”.
Y es que, según se recoge literalmente en el acta de la negociación del pasado 4 de agosto, la empresa expone que “únicamente va a valorar las propuestas que se hagan en esta mes”, ratifica Garnelo.
“La posición de la empresa es inmovilista. Creemos que la única posibilidad de que la empresa valore esa propuesta y sea incluida en el expediente es mediante su presentación física por parte de quien la realiza, en este caso la Junta de Castilla y León”, pide. Es la salida que ven los trabajadores, enfadados por la “prepotencia de la dirección”, que no quiere estudiar más salidas que su propia decisión de dejar fuera a un 40% de su plantilla en Ponferrada, sin una justificación coherente, dicen, sino buscando solo un fin deslocalizador.
Empresa y comité volverán a negociar el lunes y el martes, cuando comiencen una huelga de unas seis jornadas al menos.