Los trabajadores del servicio de limpieza de Ponferrada, a través del sindicato CGT, han salido al paso de las declaraciones del exalcalde y portavoz de USE Bierzo en el Ayuntamiento, Samuel Folgueral, asegurando que el contrato qué se articuló en su gobierno, aunando tres servicios y por valor de algo más de cinco millones, que fue judicializado y anulado, era estupendo para la ciudad, negando esa realidad que apuntaba el político.
Los trabajadores aseguran que incluso un alto cargo de la adjudicataria FCC en ese momento ya lo definió aquel documento "como un Mercedes de gama alta sin ruedas". Pero además aseguran que ese contrato "no contó en ningún momento con el beneplácito de los trabajadores", como aseguraba Folgueral, es más, "en aquel momento ya se comunicó a los medios por parte de la representación legal de los trabajadores que este contrato conllevaba un importante déficit de servicios como; disminución de frecuencia de recogida de residuos, déficit de zonas de barrido y una disminución importante de personal". Incluso se produjo un despido colectivo en enero de 2016 que la adjudicataria justificó en ese contrato.
Se llegaron a dos huelgas por la "falta de medios y perdidas de derechos que supuso" ese macrocontrato que considera que es el que ha llevado a la situación actual, aún por resolver "a día de hoy seguimos arrastrando las grandes virtudes de este gran estupendo y maravilloso "macrocontrato". Sin que ningún equipo de gobierno solucione el problema. Con el perjuicio que esto conlleva para ciudadanos y trabajadores", explica en un comunicado.
Los trabajadores aseguran que incluso un alto cargo de la adjudicataria FCC en ese momento ya lo definió aquel documento "como un Mercedes de gama alta sin ruedas". Pero además aseguran que ese contrato "no contó en ningún momento con el beneplácito de los trabajadores", como aseguraba Folgueral, es más, "en aquel momento ya se comunicó a los medios por parte de la representación legal de los trabajadores que este contrato conllevaba un importante déficit de servicios como; disminución de frecuencia de recogida de residuos, déficit de zonas de barrido y una disminución importante de personal". Incluso se produjo un despido colectivo en enero de 2016 que la adjudicataria justificó en ese contrato.
Se llegaron a dos huelgas por la "falta de medios y perdidas de derechos que supuso" ese macrocontrato que considera que es el que ha llevado a la situación actual, aún por resolver "a día de hoy seguimos arrastrando las grandes virtudes de este gran estupendo y maravilloso "macrocontrato". Sin que ningún equipo de gobierno solucione el problema. Con el perjuicio que esto conlleva para ciudadanos y trabajadores", explica en un comunicado.