El Obispado de Astorga invita a las familias a vivir la Semana Santa en casa. Según han trasladado a las parroquias de la Diócesis, desde la sede episcopal, al al no ser posible vivir este año la Semana Santa con normalidad, la Delegación diocesana de Liturgia, Piedad Popular y Causas de los Santos ha preparado un libro, también en formato digital para distribuir a las familias llamado 'Unidos en la Oración, Semana Santa en casa' para vivir estos días de una manera más intensa espiritualmente.
Su objetivo es convertir el hogar en esta Semana Santa en un espacio vivo de oración, unidos desde la plegaria a la parroquia, a la diócesis y a
toda la Iglesia universal, convirtiendo de este modo la casa propia en una verdadera "iglesia doméstica donde se vive y se celebra la fe"explica José Luis Castro, administrador diocesano, en una carta. Este material quiere ser un complemento a las celebraciones litúrgicas que estos días pueden seguirse también por los medios de comunicación: radio, televisión y redes sociales
Recuerdan que la Pascua de Resurrección es la fiesta primordial en torno a la cual giran todas las demás fiestas del año litúrgico. La solemnidad que estas celebraciones implican, incluidas las procesiones, se han visto inevitablemente alteradas en sus tiempos y espacios, por la pandemia del Covid-19 y ello ha supuesto la necesidad de cerrar las iglesias parroquiales, capillas y demás centros de culto con el fin de evitar riesgos de contagio.
Su objetivo es convertir el hogar en esta Semana Santa en un espacio vivo de oración, unidos desde la plegaria a la parroquia, a la diócesis y a
toda la Iglesia universal, convirtiendo de este modo la casa propia en una verdadera "iglesia doméstica donde se vive y se celebra la fe"explica José Luis Castro, administrador diocesano, en una carta. Este material quiere ser un complemento a las celebraciones litúrgicas que estos días pueden seguirse también por los medios de comunicación: radio, televisión y redes sociales
Recuerdan que la Pascua de Resurrección es la fiesta primordial en torno a la cual giran todas las demás fiestas del año litúrgico. La solemnidad que estas celebraciones implican, incluidas las procesiones, se han visto inevitablemente alteradas en sus tiempos y espacios, por la pandemia del Covid-19 y ello ha supuesto la necesidad de cerrar las iglesias parroquiales, capillas y demás centros de culto con el fin de evitar riesgos de contagio.