El castro de la Peña del Hombre culmina su restauración

La intención es hacerlo accesible y visitable por su gran potencial arqueológico y turístico/ Ha contado con una inversión del ILC de más de 104.000 euros

M.I.
26 de Febrero de 2021
Recepción de las obras de recuperación del castro en Priaranza.
El castro de la Peña del Hombre -en Paradela de Muces, municipio de Priaranza del Bierzo-, uno de los emplazamientos defensivos de origen prerromano más importantes del Bierzo y de toda la provincia de León, ha sido totalmente restaurado y puesto en valor gracias a una inversión global de 116.092 euros, de los cuales su mayor parte, 104.483 euros, han sido aportados por la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura (ILC).

Dado su interés histórico y turístico, el castro, a 1.441 metros de altitud, ha sido objeto de una profunda consolidación llevada a cabo desde la primavera de 2020.

Fundamentalmente, las obras han consistido en la excavación de nuevas zonas para completar los espacios arquitectónicos, el saneamiento y aplomado de los muros, la limpieza de los suelos, el cierre de hogares con arenas para su protección, y la creación de un pequeño mirador metálico para visualizar el conjunto y dar acceso al vial de circulación interior. Asimismo, la intervención fue completada con la creación de un camino de acceso y con la dotación de señalética direccional y explicativa.

El presidente de la Diputación Provincial de León, Eduardo Morán, acompañado del alcalde de Priaranza, José Reguera, y del presidente de la junta vecinal de Paradela de Muces, Antonio Méndez, ha recepcionado las obras dirigidas por el proyecto de los arquitectos Darío Álvarez y Miguel Ángel de la Iglesia, con el objetivo de que el castro de la Peña del Hombre fuese accesible y visitable, y que existiese en él un equilibrio entre la información que proporciona, su monumentalidad revalorizada y su conservación y preservación, absolutamente necesarias para convertirse en un recurso patrimonial de primer orden.

El castro, provisionalmente datado entre los siglos III y II a.C., cuenta en su interior con más de 20 construcciones que, a juicio de los arqueólogos, se organizan en al menos siete unidades de ocupación o casas de plantas tendentes al cuadrado, con suelos de arcilla y un patio de entrada que se abre al vial principal.

La intervención ha sido precedida de cuatro campañas arqueológicas en las que han participado arqueólogos leoneses y portugueses pertenecientes a distintas instituciones, dirigidos por Jesús Celis, Jimena Martínez, Miguel Lage y Antonio Trigo. En ellas se aplicaron nuevas tecnologías como la fotogrametría, la modelización en 3D y la realidad virtual, y permitieron obtener hallazgos destacados como recipientes de cerámica de pequeño y mediano tamaño, con ollas de grandes panzas de tipología inscrita en la Segunda Edad del Hierro, junto a algún ejemplar de cerámica celtibérica que seguramente procede de la zona meseteña leonesa.