La concejala del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Lidia Coca ha denunciado las aglomeraciones y retrasos que se producen en los accesos a las piscinas municipales que considera que testimonian “la escasa previsión y la desidia que está afectando a multitud de usuarios”.
Asegura que las demoras para entrar son, en ocasiones, de cuarenta minutos, “y en algunos casos, como en las de Fuentesnuevas se han producido esperas de casi dos horas” pero sobre todo se queja de que, con la situación sanitaria que se vive “estamos ante un auténtico riesgo para la salud pública, porque en algunas piscinas municipales se están produciendo verdaderas aglomeraciones ante sus entradas”.
“Se vive una auténtica improvisación que es únicamente fruto de la imprevisión, pues no era difícil adivinar que se avecinaban dificultades de acceso cuando hay restricciones derivadas de la distancia social y las normas impuestas por la situación sanitaria”, asegura Coca. No obstante, apunta que los servicios municipales se han visto desbordados por la falta de previsión de los responsables políticos.
“Las protestas han alcanzado situaciones verdaderamente kafkianas, como la de impedir la entrada a familias con bebés porque los bebés no tenían tarjeta de acceso”, como han denunciado algunos vecinos. “No son grandes cosas las que pide la gente, pero solo se encuentran desidia, imprevisión y desatención”, lamenta la edil.
Asegura que las demoras para entrar son, en ocasiones, de cuarenta minutos, “y en algunos casos, como en las de Fuentesnuevas se han producido esperas de casi dos horas” pero sobre todo se queja de que, con la situación sanitaria que se vive “estamos ante un auténtico riesgo para la salud pública, porque en algunas piscinas municipales se están produciendo verdaderas aglomeraciones ante sus entradas”.
“Se vive una auténtica improvisación que es únicamente fruto de la imprevisión, pues no era difícil adivinar que se avecinaban dificultades de acceso cuando hay restricciones derivadas de la distancia social y las normas impuestas por la situación sanitaria”, asegura Coca. No obstante, apunta que los servicios municipales se han visto desbordados por la falta de previsión de los responsables políticos.
“Las protestas han alcanzado situaciones verdaderamente kafkianas, como la de impedir la entrada a familias con bebés porque los bebés no tenían tarjeta de acceso”, como han denunciado algunos vecinos. “No son grandes cosas las que pide la gente, pero solo se encuentran desidia, imprevisión y desatención”, lamenta la edil.