Tropecemos juntos

Por Alejandro Cardenal

01 de Octubre de 2021
Imagen del partido de la Deportiva ante Las Palmas. | LA LIGA
A los que somos torpes por naturaleza la vida nos enseña muy pronto y por las malas que se aprende a base de golpes. A veces literalmente. Cuando aprendía a montar en bici, cinco segundos después de que mi padre soltase el sillín y me dejase pedalear libre yo ya me estaba comiendo una pared. La primera vez que bajé una rampa, frené con la rueda de delante. No hace falta explicar lo que ocurrió.

En mi primer partido de fútbol en el colegio, cuando tenía seis años, me metieron dos goles. Del primero no me enteré, porque estaba muy ocupado devolviendo un balón de baloncesto que se había colado en nuestra pista. Del segundo tengo recuerdos borrosos, porque cuando intenté parar el balón me choqué con el poste.

La verdad es que estrellarme siempre se me ha dado bien. Hace menos de lo que me gustaría admitir jugué mi primer partido de pádel. En comparación con una de frontón o de tenis, la pista es una miniatura y en la primera bola profunda que me lanzaron fui directo contra el cristal.

El caso es que de todas esas ‘ostias’ aprendí algo: frenar con la rueda correcta, no distraerme, que el pádel no es un deporte de verdad… Pero sin duda, lo más importante que saqué en claro fue que da igual lo fuerte que te estampes mientras te levantes.

La Deportiva sufrió el sábado pasado un golpe inesperado más por las formas que por el fondo. Sí, Pascanu no debió regatear siendo el último hombre. Y sí, el equipo tuvo que haber vigilado más de cerca a Viera para que no filtrase balones a la espalda de la defensa con tanta facilidad. Pero de poco sirve regodearse en los fallos.

Así que toca levantarse. Estoy seguro de que el tropiezo escoció en el amor propio de un equipo que llegaba lanzado, pero lo reforzará si sirve como recordatorio de que en una temporada no es todo color de rosa. Que para que haya buenos momentos también tiene que haberlos malos. Que cometer fallos es humano.

Y que de todo se aprende. Es hora de ponerlo en práctica.