El descenso del Cleba la hizo abandonar el club de su vida, en el que había desarrollado toda su carrera y progresado hasta convertirse en una de las mejores extremos españolas.
Pero, en su primera aventura fuera de León, el éxito le ha acompañado. Y es que la extremo Raquel Caño se exhibió en una Copa de la Reina en la que su equipo, el Mavi Gijón, ha dado la campanada y se ha hecho con el trofeo tras dar la sorpresa en todas las eliminatorias.
Un título histórico para un club que jugó por primera vez la fase final y cuyo éxito fue comandado por la leonesa, máxima goleadora de su equipo con 20 tantos en los tres partidos disputados.
Cuatro metió en cuartos de final ante el Ro’casa, a quien derrotaron por 19-23; doce, la mitad de los 24 de su equipo, en una brutal exhibición en semifinales para ganar de 4 al anfitrión Porriño; y cuatro en la final ante el Bera Bera, donde ganaron 20-17 y la leonesa acabó lesionada.
A sus 34 años y tras haber sido máxima goleadora de la competición, ganado dos veces la Copa ABF y sido campeona del mundo del balonmano playa, a Raquel le ha llegado otro premio. Quizá el más importante de toda su carrera. Uno buscado y merecido, que la dará derecho además a jugar en Europa la próxima temporada.
Pero, en su primera aventura fuera de León, el éxito le ha acompañado. Y es que la extremo Raquel Caño se exhibió en una Copa de la Reina en la que su equipo, el Mavi Gijón, ha dado la campanada y se ha hecho con el trofeo tras dar la sorpresa en todas las eliminatorias.
Un título histórico para un club que jugó por primera vez la fase final y cuyo éxito fue comandado por la leonesa, máxima goleadora de su equipo con 20 tantos en los tres partidos disputados.
Cuatro metió en cuartos de final ante el Ro’casa, a quien derrotaron por 19-23; doce, la mitad de los 24 de su equipo, en una brutal exhibición en semifinales para ganar de 4 al anfitrión Porriño; y cuatro en la final ante el Bera Bera, donde ganaron 20-17 y la leonesa acabó lesionada.
A sus 34 años y tras haber sido máxima goleadora de la competición, ganado dos veces la Copa ABF y sido campeona del mundo del balonmano playa, a Raquel le ha llegado otro premio. Quizá el más importante de toda su carrera. Uno buscado y merecido, que la dará derecho además a jugar en Europa la próxima temporada.