Por tercer año consecutivo, el Abanca Ademar quiso dar un toque solidario a su último partido en el Palacio de Deportes del año, con una iniciativa cada vez más repetida en los diferentes pabellones de España y que en León se encuentra siempre con una gran respuesta de la afición.
Y es que en el descanso la lluvia de goles se cambió por una de peluches, los cuales coparon la pista y fueron recogidos por el club ademarista, que ahora procederá a distribuirlos entre los niños de los Hospitales de León y a donarlos a diferentes entidades sociales y benéficas, para que procedan repartirlos como regalos de Navidad a los más pequeños.
Una forma de hacer felices a otros que provocó además un momento divertido, puesto que al acabar la primera mitad, y tras la cuenta de atrás del speaker, empezaron a volar todos los muñecos rumbo al parqué del Palacio, juntándose luego todos en una gran manta en el centro del mismo
Y es que en el descanso la lluvia de goles se cambió por una de peluches, los cuales coparon la pista y fueron recogidos por el club ademarista, que ahora procederá a distribuirlos entre los niños de los Hospitales de León y a donarlos a diferentes entidades sociales y benéficas, para que procedan repartirlos como regalos de Navidad a los más pequeños.
Una forma de hacer felices a otros que provocó además un momento divertido, puesto que al acabar la primera mitad, y tras la cuenta de atrás del speaker, empezaron a volar todos los muñecos rumbo al parqué del Palacio, juntándose luego todos en una gran manta en el centro del mismo