Es un clásico de cada año que, con el fin de la temporada, el Ademar reúna a toda su familia en una cena que sirve para agradecerles a sus patrocinadores el apoyo y permitirles pasar un rato con los integrantes de la primera plantilla, cuerpo técnico y directiva del club.
Este año volvió a ser en la Finca Valdemora, situada en la carretera que une La Bañeza con Castrocontrigo, donde todos los sponsors recibieron un obsequio y cenaron mezclados con los grandes protagonistas de la escuadra ademarista.
Y es que en cada mesa había algún jugador, entrenador y dirigente compartiendo mantel con algún representante de medios de comunicación y de las empresas colaboradoras.
Una jornada siempre diferente y especial, que una campaña más volvió a unir a cientos de personas con el balonmano como nexo de unión, y que tuvo como gran noticia que se diera luz al busto del Hermano Tomás que se venía realizando y que en próximas fechas se colocará frente a Maristas.
Este año volvió a ser en la Finca Valdemora, situada en la carretera que une La Bañeza con Castrocontrigo, donde todos los sponsors recibieron un obsequio y cenaron mezclados con los grandes protagonistas de la escuadra ademarista.
Y es que en cada mesa había algún jugador, entrenador y dirigente compartiendo mantel con algún representante de medios de comunicación y de las empresas colaboradoras.
Una jornada siempre diferente y especial, que una campaña más volvió a unir a cientos de personas con el balonmano como nexo de unión, y que tuvo como gran noticia que se diera luz al busto del Hermano Tomás que se venía realizando y que en próximas fechas se colocará frente a Maristas.