Aluches&Lancia da un paso al frente y la solidaridad otro

Cómoda victoria de Aluches Tierras de León&Lancia ante Esla Rueda en una cita marcada por la solidaridad

Fulgencio Fernández
25 de Abril de 2022
La base de los dos equipos (Esla Rueda de azul) formados para dar comienzo al corro en Quintana de Rueda. | MAURICIO PEÑA
Si Cistierna ‘olía’ a escaparate de los buenos, a corro importante, en Quintana se palpaba la presencia de los históricos —con Luis Padierna a la cabeza—, un enfrentamiento con incertidumbre y unas huchas con la bandera de Ucrania que nos recuerdan que la lucha leonesa jamás torció la cara cuando se toca a concejo de ayuda.

Se medían ayer en la primera cita del grupo B los anfitriones del Esla Rueda y los ‘fusionados’ Lancia&Aluches Tierras de León ¿Que puede pasar?

Nació el corro con espejismo. En prebenjamines, esos ‘juguetes’ que encandilan a los aficionados sólo con verlos caminar con el cinto en la mano el Esla Rueda se adelantó con 3-0: Ignacio no tenía rival (una pena estos vacíos) pero sí los tuvieron Leo Ruano y Nacho y vencieron. Aquello marchaba para ellos.

Esla Rueda se puso por  delante con 3-0 y ya no volvió a verse  por encima después de un claro 3 a 7 Pero a continuación despertó Aluches&Lancia: Mateo (sin rival), Alejandro, Diego... y el 3-0 se convirtió en un 3-7, que tuvo otro parcial de 4-10... Ya nunca Esla Rueda volvió a estar por delante, ni cerca, y el marcador final, con exactamente el doble de victorias para los de Lancia&Tierras de León evita ir explicando los pasos que fue siguiendo el marcador. Los ganadores se posicionan bien para meterse en semifinales y aunque, como decíamos ayer, esto no es como empieza... sí ayuda.

Pero en un corro con huchas solidarias tiene que haber más aspectos importantes, anécdotas, cosas... como ver a un infantil, Víctor el hijo de El Canario, con más de 100 kilos; a un viejo guerrero como Diego Arce batiéndose en pesados; celebrar que anda de nuevo por los corros Alex Fernández o María Rubiera, escuchar a un paisano—Luis Ferreras— animar a los refugiados con una canción a capella o acabar la tarde con un chocolate caliente que hace más feliz la victoria y más llevadera la derrota. La lucha siempre fue más que lucha.