Mereció al menos el empate un Astorga que apenas se encontró cómodo en un partido que se decidió en una jugada aislada. El principal protagonista fue la falta de acierto en ambos equipos, conscientes de que la eliminatoria no se iba a decidir ni mucho menos en su partido de ida.
Esperaba el Astorga una salida en tromba de los locales y no se equivocó Miñambres en su previsión. El Algeciras buscó el dominio del juego en los primeros minutos y los maragatos se marcaron como primer objetivo el dar respuesta a esa intensidad especialmente desde la defensa. Tardó en ajustarla el equipo leonés, que vio como Kike Reguero se tenía que emplear principalmente ante la combinación de un activo Dani Gallardo en banda y un Ayala que tuvo la más clara en una semivolea que atrapó el cancerbero maragato.
Mereció marcar el Astorga en la segunda mitad, con un disparo al larguero de Emilio y otra clarísima ocasión de PuenteCierto es que tuvo ocasiones el conjunto gaditano, tan claro como que quien más cerca del gol estuvo en esos minutos fue el Astorga. Y es que Diego primero tras una buena combinación con Puente y Javi Amor después con un disparo que obligó a estirarse a Romero sembraron las dudas sobre la afición presente en el Nuevo Mirador.
Fue precisamente esa intevención del portero local la que precedió a la ocasión más clara de la primera mitad. Emilio, sin saber prácticamente cómo golpeó el balón, enviaba un centro que se convirtió en disparo al larguero de la portería del Algeciras con Romero ya batido.
Una ocasión que supuso el punto de inflexión para los que serían los mejores minutos del Astorga en la primera mitad. El centro del campo con Bardal, Marcos y Taranilla se hizo con el balón y Javi Amor se convirtió en banda en una pesadilla para los locales.
Acosó entonces el equipo de Miñambres la portería de un Gallardo que evitó el primer tanto visitante con una espectacular estirada tras peinar uno de sus compañeros un centro de Taranilla El propio Javi Amor le regaló a Puente, solo en la frontal, un balón que el ariete berciano envió a escasos centímetros de la portería andaluza en una nueva ocasión que no encontró premio.
Esa, junto a un último cabezazo de Tejedor que tras una mala salida de Romero no pudo dirigir a portería, amenazaron con abrir un marcador que precisamente amenazó el Algeciras a balón parado en dos oportunidades que encontraron a un enorme Kike Reguero bajo palos respondiendo a los remates de Camps primero tras un barullo, y de José Mari al filo del descanso.
Una acción que espoleó a los locales de cara al segundo tiempo y es que el guión del inicio del partido se repitió tras el paso por vestuarios. Apretó el Algeciras en los primeros minutos de la segunda mitad y el Astorga no fue capaz de volver a tomar el mando del partido en lo que restaría hasta el final.
José Mari desvió un balón en el área pequeña tras un barullo que tras pegar en el paló se coló en la portería maragataMandaba un equipo gaditano que, eso sí, apenas generó peligro. Kike Reguero volvió a verse obligado a intervenir tra un centro de Ayala que remató David Camps. El Astorga, por su parte, se refugió en tratar de buscar algún contraataque que le permitiera escapar de la presión del Algeciras. Incapaces de encontrar a Diego, con Taranilla desacertado y Puente demasiado solo, tampoco le dio más aire al equipo la entrada de un Zarandona que regaló dos faltas que se convirtieron en ocasiones de gol.
Así las cosas, y cuando el partido invitaba a pensar en un empate que hubiera sido sin lugar a dudas el resultado más justo a pesar de no mostrar su mejor cara el Astorga, una jugada aislada le dio el primer golpe del ‘playoff’ a los maragatos. Un centro lateral no fue capaz de despejarlo con contundencia la zaga maragata, que tras varios disparos y sus respectivos rebotes dejaban el balón en el área pequeña para que el local José Mari a la media vuelta y con la puntera golpease el esférico al palo de la portería de Kike Reguero e hiciera el 1-0 para delirio de la grada del Nuevo Mirador.
Apenas tuvo más opciones el Astorga de buscar el empate con el partido consumiendo sus últimos minutos. Una falta de Víctor que detuvo Romero fue la última antes de que el colegiado pitara el final y enviase la eliminatoria a decidirse a La Eragudina.
Un golpe, sí, pero nada irrecuperable para un equipo que ha demostrado ser capaz de enormes gestas y que sin dar su mejor versión mantiene la eliminatoria más que viva. La resolución el sábado en Astorga.