“Pueden exterminar a toda una generación, derribar sus casas y aún así el pueblo sería capaz de rehacerse. Sin embargo, si destruyen sus obras, su historia, es como si no hubiera existido, sería ceniza en el aire”. El especialista Frank Stokes, interpretado por George Clooney, deja clara en ‘The Monuments Men’ (2014) la relevancia de conservar el patrimonio. Reencarna la historia real de un grupo que se dedicó a rescatar obras de arte antes de que fuesen destruidas por Hitler. En Castilla y León, ese ángel custodio es la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias en el Patrimonio Cultural (Ugrecyl). Ahora no hay guerras, pero este grupo mantiene su propia lucha contra la destrucción del patrimonio, pero la ocasionada por las catástrofes o temporales, desde incendios hasta una riada.
De hecho, Castilla y León es, junto a Murcia, la única comunidad autónoma que ha creado este grupo en cumplimiento del Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural que redactó el Ejecutivo central tras el terremoto de Lorca en 2011, que supuso “un antes y después”, y que fue ratificado en 2015.
Cristina, Paco e Inés son los encargados de gestionar un grupo del que forman parte los servicios de bomberos, policías locales y Nacional, Guardia Civil, UME y Protección Civil. Conocen bien su trabajo en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo (Palencia), que a finales de 2019 sufrió la entrada del agua, pero sobre todo en el convento soriano de Santa María de Huerta, donde el 9 de septiembre de 2018 un arroyo decidió que, por unas horas, su cauce se adentrara directamente en la iglesia y su claustro. “Fue impredecible. Pero este monasterio, según las crónicas, ya se ha visto afectado en más ocasiones por estas riadas. Aunque es verdad que estos episodios cada vez son más violentos”, acierta a decir la encargada del Ugrecyl, Cristina Escudero.
“Por suerte, desastres naturales hay pocos”, sostiene la experta, quien señala que aunque lo más llamativo son las riadas o incendios en edificios, como recientemente ocurrió en la catedral de Notre Dame de París, lo más habitual son fuegos forestales que afectan a patrimonio arqueológico. Por este motivo, recientemente el Ugrecyl editó una guía de prevención de incendios en edificios de interés patrimonial, que se centra en qué hacer y cómo actuar con los bienes culturales en una catástrofe y cómo operar en los primeros y decisivos minutos.
De hecho, Castilla y León es, junto a Murcia, la única comunidad autónoma que ha creado este grupo en cumplimiento del Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural que redactó el Ejecutivo central tras el terremoto de Lorca en 2011, que supuso “un antes y después”, y que fue ratificado en 2015.
Cristina, Paco e Inés son los encargados de gestionar un grupo del que forman parte los servicios de bomberos, policías locales y Nacional, Guardia Civil, UME y Protección Civil. Conocen bien su trabajo en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo (Palencia), que a finales de 2019 sufrió la entrada del agua, pero sobre todo en el convento soriano de Santa María de Huerta, donde el 9 de septiembre de 2018 un arroyo decidió que, por unas horas, su cauce se adentrara directamente en la iglesia y su claustro. “Fue impredecible. Pero este monasterio, según las crónicas, ya se ha visto afectado en más ocasiones por estas riadas. Aunque es verdad que estos episodios cada vez son más violentos”, acierta a decir la encargada del Ugrecyl, Cristina Escudero.
“Por suerte, desastres naturales hay pocos”, sostiene la experta, quien señala que aunque lo más llamativo son las riadas o incendios en edificios, como recientemente ocurrió en la catedral de Notre Dame de París, lo más habitual son fuegos forestales que afectan a patrimonio arqueológico. Por este motivo, recientemente el Ugrecyl editó una guía de prevención de incendios en edificios de interés patrimonial, que se centra en qué hacer y cómo actuar con los bienes culturales en una catástrofe y cómo operar en los primeros y decisivos minutos.