Se han empeñado los vecinos de Villamandos en recuperar las tradiciones que habían pasado al recuerdo durante estos últimos años y para muestra, San Blas. Las fiestas que han celebrado este fin de semana han transcurrido al ritmo de la dulzaina y el tamboril, que siempre que han sonado han tenido a su lado a los garbosos danzantes de la localidad.
Estos acompañaron este domingo por la mañana al santo durante la procesión y por la tarde protagonizaron la horca del birrio, ese grotesco personaje que no duda en atizar durante la baila al que se equivoca. Por eso los danzantes deciden capturarlos no sin arrepentimiento, el que les salva.
Estos acompañaron este domingo por la mañana al santo durante la procesión y por la tarde protagonizaron la horca del birrio, ese grotesco personaje que no duda en atizar durante la baila al que se equivoca. Por eso los danzantes deciden capturarlos no sin arrepentimiento, el que les salva.