Tres días para juzgar al acusado de matar a un autoestopista en Borrenes

El fiscal solicita una pena de 15 años de prisión para el acusado de los hechos ocurridos en 2020

R. Álvarez
13 de Diciembre de 2021
Lugar en el que se produjeron los hechos en mayo del año 2020. | L.N.C.
Tras la elección de los miembros del jurado popular que tendrá lugar este lunes, el martes arranca en la Audiencia Provincial de León el juicio contra el acusado de matar a golpes en mayo de 2020 a un autostopista en el municipio berciano de Borrenes. Está previsto que el procedimiento se prolongue durante tres jornadas, la de este martes, el miércoles y el jueves, en las que tendrá lugar el interrogatorio del acusado –para el que el fiscal pide la pena de 15 años de cárcel–, la declaración de testigos, la parte testifical pericial y documental. Posteriormente será el turno de las conclusiones definitivas, los informes de las partes y la última palabra del acusado previa a la entrega del objeto del veredicto a los miembros del jurado, que se retirarán a deliberar y que decidirán qué hechos consideran probados y si es o no culpable. Una decisión que marcará el sentido de la sentencia que dictará el presidente del Tribunal días más tarde.

Los hechos que ahora se juzgan se produjeron sobre las 19:15 horas de la tarde del 6 de mayo de 2020, cuando el acusado circulaba con su furgoneta por la carretera N-536 en Borrenes, en dirección a Ponferrada, y se cruzó con un hombre que estaba haciendo autostop y que le hizo un gesto para pedirle que le llevara a la altura del punto kilométrico 15,100. El acusado paró la furgoneta y le dijo que no, a lo que el autostopista contestó haciéndole una ‘peineta’. En ese momento el conductor bajó del vehículo y le dio «un fuerte golpe en la cara a mano abierta», según explica la Fiscalía en sus conclusiones provisionales.

Ya había vuelto a subir a la furgoneta cuando el autostopista tiró una piedra contra la ventanilla, que se rompió. En ese momento se produjo el segundo desencuentro entre los dos. El acusado se dirigió a él preguntándole «a quién rompes tú la furgoneta, hijo de puta, te voy a atropellar y te voy a machacar», arrancó el vehículo, aceleró bruscamente y empezó a moverlo hacia delante y hacia atrás en dirección a donde estaba esta persona, que se escapó por un camino próximo, siempre según el relato del fiscal. Lo persiguió a pie mientras le decía «a mí me vas a joder tú la furgoneta, puto yonqui, hijo de puta, cabrón de mierda» y cuando llegó a su altura le dio «un fuerte golpe en la cara que le hizo caer al suelo boca abajo, donde el acusado siguió golpeándole con gran violencia mediante fuertes patadas y/o puñetazos tanto a nivel del cráneo y de la cara como a nivel del costado izquierdo y la región abdominal, llegando incluso a sujetarle fuertemente del cuello».

La agresión que se produjo entonces la describe la Fiscalía como de «gran violencia», ya que le causó lesiones intracraneales, en la región lateral izquierda del cuello, la fractura de varias costillas del hemitórax izquierdo y la rotura del bazo. Murió «en un breve periodo de tiempo» por un shock traumático con un importante componente hemorrágico. Él, por su parte, «no llegó a agredir en ningún momento» al conductor.

La víctima había consumido «grandes cantidades de alcohol, que supondrían un estado de «embriaguez severo (3,02 gramos por litro de alcohol en sangre), incluso compatible con el coma etílico» La víctima había consumido «grandes cantidades de alcohol, que supondrían un estado de «embriaguez severo (3,02 gramos por litro de alcohol en sangre), incluso compatible con el coma etílico». Igualmente, el hombre seguía tratamiento para la deshabituación del consumo de sustancias estupefacientes, lo que hizo que estos medicamentos, al ser mezclados con el alcohol que había ingerido, potenciaran el efecto depresor del sistema nervioso central y que se encontrara momentos antes de su muerte en un estado de «gran afectación de sus capacidades psicofísicas». Tenía, por lo tanto, una «escasa o nula capacidad para defenderse», prosigue el escrito. Por su parte, el acusado «no está diagnosticado de ninguna patología mental ni presenta alteración psicopática alguna, siendo capaz de comprender la ilicitud de los hechos y de actuar de acuerdo» a ello.


Homicidio con agravante


Teniendo esto en cuenta, para el fiscal los hechos son constitutivos de un delito de homicidio en el que concurre la circunstancia agravante de abuso de superioridad debido al estado de «embriaguez severa» que presentaba, por lo que pide para el acusado 15 años de cárcel. Además, le reclama en concepto de responsabilidad civil que indemnice a la madre del fallecido en la cantidad de 70.600 euros, a su única hermana en 18.897 euros y a su hijo en 33.000 euros. El acusado fue detenido en la misma fecha en la que se produjeron los hechos y se encuentra en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas por ello desde un par de días después, el 8 de mayo de 2020.