En 1928 se terminó de construir la iglesia de San Pedro de Rodiezmo, gracias a la generosidad de la familia Bayón (Gabriel Bayón, Julián Bayón y Venancio Castañón Bayón), emigrantes del pueblo a México donde hicieron fortuna y donaron a Rodiezmo otros edificios, como la fábrica de la luz, la casa del Ayuntamiento, la casa rectoral o las escuelas. Para conmemorar los 90 años de aquella fecha dos sobrinas de los citados primos Bayón —Sendy y Marina Gutiérrez Bayón— también residentes en México ofrecieron una comida a todos los vecinos después de una misa en la iglesia que cumplía años.