Pintadas "insultantes" en la sede de IU en Ponferrada

La formación ha presentado una denuncia y considera "repugnante" que en 2017 "no se toleren otras formas de pensar"

L.N.C.
15 de Enero de 2017
Pintada insultante en la sede de IU en Ponferrada.
Izquierda Unida ha denunciado las pintadas «insultantes y amenazantes» que han aparecido en su sede de Ponferrada.

Para la formación, resulta «repugnante» que en 2017 «todavía existan personas que no toleren otras formas de pensar» y considera este acto un «ataque» a los derechos fundamentales. «Las acciones que son un ataque a la libertad de expresión, a la tolerancia, al pensamiento distinto, por condición sexual, de libertad sindical, cosas que tanto tiempo y tanta lucha nos ha costado, no se pueden consentir ni callar», afirman.

La pintada ofensiva surgió después de que todos los cargos públicos de Izquierda Unida en la comarca del Bierzo celebraran una reunión para hacer balance, explicar y analizar los movimientos y actuaciones que se llevaron a cabo durante el año pasado, una coincidencia que «llama la atención» de la formación.

«Es obra de gente sin razón, gente que un día defienden una idea, eso sí, sin conocimiento, al día siguiente piden que seamos nosotros los que pidamos mas libertad», explican.

Así, la formación defiende el trabajo realizado por sus representantes en las administraciones, una labor «muchas veces por encima de sus posibilidades». «Es de valorar el extenso trabajo que hacen los dos concejales de Ponferrada, con numerosas mociones con preguntas y ruegos que se les trasladan; con la participación activa en distintas comisiones y, muchas actuaciones más pero, siempre en contacto directo con la ciudadanía y a pie de calle», recuerdan desde IU, que también valora el trabajo en otros Ayuntamientos como Toreno, Fabero, Cacabelos o Puente de Domingo Flórez.

Esta situación recuerda al que se dio en 2014 en el municipio berciano de Cacabelos, donde la sede del Partido Popular amaneció con una pintada «insultante».

En aquella ocasión, los populares también exigieron el «riguroso cumplimiento de la ley» y consideraron el suceso como «una extorsión de la normalidad democrática.