Mochilas 'salvavidas' para la escuela rural

Cada escolar censado en Cabreros recibe durante su periodo en la escuela 1.000 euros. Este curso son 15 los pequeños que tienen escolarizados en sus aulas

T.G.
12 de Marzo de 2018
Acto de entrega de las ayudas escolares a los vecinos más benjamines de la localidad de Cabreros del Río. | L.N.C.
El discurso sobre la pervivencia de la población en el medio rural de León toma cariz negativo cada vez que se habla del futuro de los pueblos. Que si población envejecida, que si pocos niños, que faltan servicios, que no se conoce la fórmula para frenar la despoblación, que si cierran colegios... Pero todavía quedan lugares donde la ilusión por sobrevivir es lo que toma más fuerza a la hora de distribuir el dinero de las arcas municipales. Y ahí está la localidad del sur de León de Cabreros del Río. Son menos que hace veinte años, cuando su población era de 647, pero hoy que quedan 429 siguen con vocación de futuro. La hay en sus aulas a las que cada día acuden 15 escolares. A ellos destina el Ayuntamiento de la localidad una ayuda que evite que la escuela de primaria de Cabreros sea la próxima en echar el cerrojo.

Para echar un cable con los gastos que suponen los estudios, el Ayuntamiento de la localidad destina 1.000 euros por cada escolar censado y estudiante en la localidad, cantidad total que cada uno de ellos recibe durante toda su escolarización en los cursos de Infantil y Primaria. "Con estas ayudas lo que buscamos es mantener las escuelas de Cabreros del Río abiertas, conservar los servicios que todavía tenemos y mantener la estructura de pueblo actual", explica Matías Llorente, alcalde de la localidad, que reconoce que "las familias se muestran muy agradecidas por las ayudas".

Los 1.000 euros que reciben los beneficiarios se distribuyen en tres pagas de unos 330 euros en tres anualidades, un método que llevan empleando desde hace un década. Son conscientes de que "es simbólico" y es que como dice el refrán «un grano no hace granero» pero en este caso, la ayuda sí es un aliciente que hace que las mochilas de Cabreros sean el ‘salvavidas’ de su escuela.