UGT y CCOO han anunciado una aumento de la conflictividad social en la provincia. Reclaman que se repartan los beneficios después de cinco años de recuperación económica, empezando por los once convenios que están pendientes de renovación para este 2019 y que afectan a unos 13.000 trabajadores de la provincia. Los sindicatos reclaman un crecimiento salarial de un dos por ciento fijo más un uno por ciento variable para estos marcos.
La movilizaciones comenzarán con un protesta a mediados de febrero en La Robla, en la que se denunciará la situación de la comarca, muy deprimida por el cierre de la minería, la amenaza a la térmica, los problemas con la Escuela de Formación Profesional y otros propios del medio rural. Los sindicatos reclamarán sobre el terreno la reindustrialización de la zona, en una movilización que ya preparan junto con los responsables políticos de la zona.
También han anunciado nuevas movilizaciones en la línea del 15-N. El secretario provincial de CCOO, Xosepe Vega, considera que se ha dado "suficiente margen" a la Administración, para la convocatoria de "una mesa específica para la reindustrialización" de la provincia. En este foro reclaman la presencia de los gobiernos estatal y autonómico, los sindicatos, las patronales y los agentes sociales. El secretario provincial de UGT, Enrique Reguero, apunta que sobre esa mesa deberían estar planes para impulsar el sector logístico en la provincia, con Torneros en el centro del desarrollo o iniciativas para impulsar los "productos endógenos" de cada comarca.
Sin embargo, hasta la fecha, según CCOO, "los gestos son demasiado tibios", por lo que consideran que "hay que volver a pasar a la acción y al estado de exigencia". Vega recuerda que la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo comprometió la formación de la mesa y reprocha que la situación en León no va a mejorar con "algunas ayuditas".
Para ello proponen "reiniciar el ciclo" y no descartan "manifestaciones simultáneas" en varios puntos de la provincia.
Dada las consecuencias del cambio de modelo energético, acelerado por el Gobierno de Sánchez, Vega abunda en la posibilidad de dirigir la protesta con las empresas energéticas, "que antes eran públicas y ahora solo sirven para llenar el bolsillo de los poderosos", según critica Vega. La crítica es muy dura hacia las grandes corporaciones del sector y los sindicatos no descartan promover "un parón energético".
La movilizaciones comenzarán con un protesta a mediados de febrero en La Robla, en la que se denunciará la situación de la comarca, muy deprimida por el cierre de la minería, la amenaza a la térmica, los problemas con la Escuela de Formación Profesional y otros propios del medio rural. Los sindicatos reclamarán sobre el terreno la reindustrialización de la zona, en una movilización que ya preparan junto con los responsables políticos de la zona.
También han anunciado nuevas movilizaciones en la línea del 15-N. El secretario provincial de CCOO, Xosepe Vega, considera que se ha dado "suficiente margen" a la Administración, para la convocatoria de "una mesa específica para la reindustrialización" de la provincia. En este foro reclaman la presencia de los gobiernos estatal y autonómico, los sindicatos, las patronales y los agentes sociales. El secretario provincial de UGT, Enrique Reguero, apunta que sobre esa mesa deberían estar planes para impulsar el sector logístico en la provincia, con Torneros en el centro del desarrollo o iniciativas para impulsar los "productos endógenos" de cada comarca.
Sin embargo, hasta la fecha, según CCOO, "los gestos son demasiado tibios", por lo que consideran que "hay que volver a pasar a la acción y al estado de exigencia". Vega recuerda que la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo comprometió la formación de la mesa y reprocha que la situación en León no va a mejorar con "algunas ayuditas".
Para ello proponen "reiniciar el ciclo" y no descartan "manifestaciones simultáneas" en varios puntos de la provincia.
Dada las consecuencias del cambio de modelo energético, acelerado por el Gobierno de Sánchez, Vega abunda en la posibilidad de dirigir la protesta con las empresas energéticas, "que antes eran públicas y ahora solo sirven para llenar el bolsillo de los poderosos", según critica Vega. La crítica es muy dura hacia las grandes corporaciones del sector y los sindicatos no descartan promover "un parón energético".