Los Reyes han analizado la actualidad de la crisis sanitaria en Castilla y León en conversación telefónica con los responsables del Complejo Asistencial Universitario de León, del Complejo Asistencial Universitario de Burgos y del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, a los que han transmitido el mensaje de "gratitud y ánimo" extensivo a todos los profesionales implicados en la Sanidad en España, según ha informado la Casa Real.
Según la información que sus responsables han compartido con Don Felipe y Doña Letizia, en León no ha sido necesario ampliar la capacidad hospitalaria pero sí reorganizar plenamente el Centro para acoger al alto número de ingreso de infectados sin desatender a los demás pacientes.
Alfonso Suárez Gutiérrez, director gerente del complejo asistencial, que está formado por dos hospitales con más de 1.000 camas, ha explicado a los Reyes que varias plantas dedicadas habitualmente a otras especialidades han sido reconvertidas en exclusiva a soportar la emergencia sanitaria. Se llegó a alcanzar los 550 ingresados por COVID-19 en los momentos pico y ahora ya la cifra se ha reducido a unos 170 aproximadamente en planta, entre positivos y casos pendientes de confirmación.
Respecto a las plazas en UCI, el complejo cuenta normalmente con 16 camas, capacidad que tuvo que ampliarse aprovechando otras zonas del hospital, hasta llegar a las 59 plazas disponibles. Llegaron a albergar a 46 pacientes UCI, sin embargo, el dato ha mejorado y actualmente tratan a 24 pacientes críticos en UCI por COVID-19.
En cuanto al personal sanitario, se ha producido el fallecimiento de un facultativo del centro, médico de familia de 67 años y ha habido en total unos 500 profesionales afectados, entre positivos y casos que han requerido aislamiento.
Según la información que sus responsables han compartido con Don Felipe y Doña Letizia, en León no ha sido necesario ampliar la capacidad hospitalaria pero sí reorganizar plenamente el Centro para acoger al alto número de ingreso de infectados sin desatender a los demás pacientes.
Alfonso Suárez Gutiérrez, director gerente del complejo asistencial, que está formado por dos hospitales con más de 1.000 camas, ha explicado a los Reyes que varias plantas dedicadas habitualmente a otras especialidades han sido reconvertidas en exclusiva a soportar la emergencia sanitaria. Se llegó a alcanzar los 550 ingresados por COVID-19 en los momentos pico y ahora ya la cifra se ha reducido a unos 170 aproximadamente en planta, entre positivos y casos pendientes de confirmación.
Respecto a las plazas en UCI, el complejo cuenta normalmente con 16 camas, capacidad que tuvo que ampliarse aprovechando otras zonas del hospital, hasta llegar a las 59 plazas disponibles. Llegaron a albergar a 46 pacientes UCI, sin embargo, el dato ha mejorado y actualmente tratan a 24 pacientes críticos en UCI por COVID-19.
En cuanto al personal sanitario, se ha producido el fallecimiento de un facultativo del centro, médico de familia de 67 años y ha habido en total unos 500 profesionales afectados, entre positivos y casos que han requerido aislamiento.