El comité de empresa de la fábrica de palas eólicas de Santo Tomás de las Ollas en Ponferrada, LM Wind Power, ha denunciado que la dirección de la compañía ha decidido romper unilateralmente el acuerdo alcanzado con la parte social el pasado 16 de marzo por el que los trabajadores cambiaban sus vacaciones de Semana Santa a esta semana y, a cambio, la empresa se comprometía a presentar un ERTE por fuerza mayor.
El comité asegura que, pese a que el director de la planta “asumió en acta que no puede garantizar la seguridad y salud de las personas trabajadoras” ha decidido vulnerar el acuerdo firmado con la parte social “poniendo en riesgo no sólo a nuestros trabajadores sino también a toda la comarca”.
Los trabajadores aseguran sentirse “indignados e incrédulos”, ante una serie de decisiones que demuestran “la absoluta incapacidad del actual director para gestionar una situación tan grave como la actual”. Recuerdan que los días 11 y 12 se realizaron reuniones obligatorias, “a puerta cerrada y en un espacio inferior a 100 metros cuadrados hacinando a casi trescientas personas en cada una de ellas”.
Se han realizado además “mediciones de temperatura con equipos que no funcionan”, apuntan. Pero abundan además que el propio equipo de dirección “ha ordenado vulnerar protocolos de seguridad que ellos mismos han diseñado y firmado”, de tal modo que los trabajadores “siguen teniendo que compartir maquinaria e, incluso, equipos de respiración; se está restringiendo la entrega de EPIs; el horario de acceso a las zonas comunes (vestuarios y fichajes fundamentalmente) imposibilitan el mantenimiento de la distancia de seguridad recomendada…”
Aseguran que desde que el nuevo director de planta ha asumido el cargo, hace un año y medio, “hemos asistido a un deterioro progresivo de las condiciones en el trabajo lo que ha llevado a la compañía a sentencias en contra, sanciones de la Inspección de Trabajo, alarmante número de positivos en estireno (el último esta semana, por cierto) y vulneración de acuerdos de trabajo”. Ahora se sienten “traicionados” con esta ruptura del acuerdo que “pone en riesgo de todas las personas trabajadoras y de sus familias”.
Por eso, el comité exige al director de la planta “la presentación de la carta de dimisión y el cese inmediato en sus funciones” y mantiene la esperanza de que “anteponer motivos económicos a la salud de las personas no desemboque en trágicas consecuencias”.
El comité asegura que, pese a que el director de la planta “asumió en acta que no puede garantizar la seguridad y salud de las personas trabajadoras” ha decidido vulnerar el acuerdo firmado con la parte social “poniendo en riesgo no sólo a nuestros trabajadores sino también a toda la comarca”.
Los trabajadores aseguran sentirse “indignados e incrédulos”, ante una serie de decisiones que demuestran “la absoluta incapacidad del actual director para gestionar una situación tan grave como la actual”. Recuerdan que los días 11 y 12 se realizaron reuniones obligatorias, “a puerta cerrada y en un espacio inferior a 100 metros cuadrados hacinando a casi trescientas personas en cada una de ellas”.
Se han realizado además “mediciones de temperatura con equipos que no funcionan”, apuntan. Pero abundan además que el propio equipo de dirección “ha ordenado vulnerar protocolos de seguridad que ellos mismos han diseñado y firmado”, de tal modo que los trabajadores “siguen teniendo que compartir maquinaria e, incluso, equipos de respiración; se está restringiendo la entrega de EPIs; el horario de acceso a las zonas comunes (vestuarios y fichajes fundamentalmente) imposibilitan el mantenimiento de la distancia de seguridad recomendada…”
Aseguran que desde que el nuevo director de planta ha asumido el cargo, hace un año y medio, “hemos asistido a un deterioro progresivo de las condiciones en el trabajo lo que ha llevado a la compañía a sentencias en contra, sanciones de la Inspección de Trabajo, alarmante número de positivos en estireno (el último esta semana, por cierto) y vulneración de acuerdos de trabajo”. Ahora se sienten “traicionados” con esta ruptura del acuerdo que “pone en riesgo de todas las personas trabajadoras y de sus familias”.
Por eso, el comité exige al director de la planta “la presentación de la carta de dimisión y el cese inmediato en sus funciones” y mantiene la esperanza de que “anteponer motivos económicos a la salud de las personas no desemboque en trágicas consecuencias”.