Las colmenillas, o morillas, son unas setas muy cotizadas por lo difícil que resulta encontrarlas, pero también muy peligrosas porque en crudo, o mal cocinadas, resultan tóxicas.
Su peculiar aspecto, con forma de celdillas de colmena, su textura, y su sabor delicado, intenso y elegante, las han convertido en favoritas de los gourmets, tanto en España como en Francia.
La forma más habitual de elaborarlas es a la crema o rellenas de foie, dos recetas que les aportan una especial cremosidad. También funcionan muy bien como guarnición de platos de caza.
Sin embargo, incluso cocinadas durante largo tiempo pueden llegar a ser tóxicas. Por eso desde hace años se recomienda que antes de incorporarlas a un plato se desequen. Luego se rehidratan, desechando el agua usada, y se hacen en el fuego. Así ya no dan ningún problema.
La Comunidad Valenciana investiga si un arroz con estas setas podrían haber causado la intoxicación de varios comensales y la muerte de una mujer natural de Benavides de Órbigo que acudió con su familia a comer al restaurante Riff, un local de Valencia con una estrella Michelin.
Su peculiar aspecto, con forma de celdillas de colmena, su textura, y su sabor delicado, intenso y elegante, las han convertido en favoritas de los gourmets, tanto en España como en Francia.
La forma más habitual de elaborarlas es a la crema o rellenas de foie, dos recetas que les aportan una especial cremosidad. También funcionan muy bien como guarnición de platos de caza.
Sin embargo, incluso cocinadas durante largo tiempo pueden llegar a ser tóxicas. Por eso desde hace años se recomienda que antes de incorporarlas a un plato se desequen. Luego se rehidratan, desechando el agua usada, y se hacen en el fuego. Así ya no dan ningún problema.
La Comunidad Valenciana investiga si un arroz con estas setas podrían haber causado la intoxicación de varios comensales y la muerte de una mujer natural de Benavides de Órbigo que acudió con su familia a comer al restaurante Riff, un local de Valencia con una estrella Michelin.