Todo ello constituye un conjunto de valores identitarios que el pueblo insiste en conservar en fiestas como la que tendrá lugar este sábado, que ha recibido la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial y declarada de Interés Turístico Provincial. Una ocasión para disfrutar de las tradiciones, los animales, la gastronomía, la naturaleza, los retos –como la subida al mayo–, la artesanía, la arquitectura, el entorno o la tradición oral que es amplía y muy bien conservada en este rincón del norte de la provincia donde sus vecinos se reunían cada noche en ‘la hila’, una amalgama de historias y de juegos para entretener las noches al calor de la lumbre.
Una rica cultura que está documentada y recogida en el excepcional Museo Etnográfico y de la Trashumancia que cuenta con una gran colección de objetos para explicar aquellos tiempos en los que todavía había que ir a gamones para el ganado.
La fiesta tendrá lugar hoy con un programa que incluye exhibición de mastines, degustaciones gastronómicas, feria de artesanía, lucha leonesa, música y danzas, subida al mayo, concurso de siega, demostración de esquileo... Y muchas otras actividades que harán que la localidad viaje unas décadas atrás para recuperar la esencia de aquella forma de enfrentarse a la vida que tenían los abuelos de las generaciones actuales. Aquellos que de verdad sabían lo que era la Trashumancia.