La condena a 14 años de prisión que impuso la Audiencia Provincial de León con fecha de 13 de junio de 2022 a un hombre por un delito de abusos sexuales hacia su nieta y su bisnieta –de 3 y de entre 10 y 12 años de edad en el momento de los hechos– ha sido confirmada «íntegramente» por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) que desestimó, también íntegramente, el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal del encausado. No obstante, contra el fallo de este tribunal cabe todavía un recurso de casación por infracción de ley y por quebrantamiento de forma que podrá presentarse dentro de los cinco días siguientes a los de la última notificación.
En la sentencia, el TSJCyL recoge que «resulta probado» y así lo estimó la Audiencia Provincial de León en su fallo, que el 4 de marzo de 2019 el procesado, mayor de edad y sin antecedentes penales, se aprovechó de su condición de abuelastro de la madre de la joven de una de las menores, de tres años de edad, con la que se encontraba a solas en su domicilio, para «con evidente ánimo de satisfacer sus deseos sexuales», introducir su mano en el interior de la ropa de la pequeña, tocar su zona genital e introducirle el pene en la boca, indicándole que como premio le daría unas chuches. De la misma manera, en fechas no determinadas pero sí que «en numerosas ocasiones», según se recoge en el escrito, el procesado se aprovechó igualmente de la «situación de familiaridad «derivada de ser el abuelastro de la otra pequeña, de entre 10 y 12 años por entonces, para en los momentos en los que se encontraba a solas con ella, también en su casa, tocar su «zona genital con las manos», mandarle «tirarse al suelo» y tocarse los genitales en su presencia. Explica, además, que la niña también «tenía» que tocarlo a él, que la obligaba a hacerle felaciones y que también la premiaba con la entrega de «chuches». En una ocasión fue incluso más allá y, tal y como se indica en el fallo, «llegó incluso a desnudarla e intentó penetrarla vaginalmente, no consiguiéndolo, si bien eyaculó encima de ella». La madre de la pequeña fue la que interpuso la denuncia por estos hechos el 23 de abril de 2019.
Teniendo todo ello en cuenta, el fallo que se emitió fue: «debemos condenar y condenamos al acusado como responsable en concepto de autor de un delito de abusos sexuales sobre menores de dieciséis años» –que ahora ratifica el TSJCyL– a la pena de 14 años, tres meses y dos días de prisión. Además, se le reclama una indemnización de 6.000 euros por daños morales y psicológicos a la primera de las niñas y de 8.000 euros por el mismo concepto a la segunda, sumada a la prohibición de aproximación a sus domicilios, lugares de estudios o cualquier otro frecuentado por las mismas o de comunicarse por ningún medio con ellas.
En la sentencia, el TSJCyL recoge que «resulta probado» y así lo estimó la Audiencia Provincial de León en su fallo, que el 4 de marzo de 2019 el procesado, mayor de edad y sin antecedentes penales, se aprovechó de su condición de abuelastro de la madre de la joven de una de las menores, de tres años de edad, con la que se encontraba a solas en su domicilio, para «con evidente ánimo de satisfacer sus deseos sexuales», introducir su mano en el interior de la ropa de la pequeña, tocar su zona genital e introducirle el pene en la boca, indicándole que como premio le daría unas chuches. De la misma manera, en fechas no determinadas pero sí que «en numerosas ocasiones», según se recoge en el escrito, el procesado se aprovechó igualmente de la «situación de familiaridad «derivada de ser el abuelastro de la otra pequeña, de entre 10 y 12 años por entonces, para en los momentos en los que se encontraba a solas con ella, también en su casa, tocar su «zona genital con las manos», mandarle «tirarse al suelo» y tocarse los genitales en su presencia. Explica, además, que la niña también «tenía» que tocarlo a él, que la obligaba a hacerle felaciones y que también la premiaba con la entrega de «chuches». En una ocasión fue incluso más allá y, tal y como se indica en el fallo, «llegó incluso a desnudarla e intentó penetrarla vaginalmente, no consiguiéndolo, si bien eyaculó encima de ella». La madre de la pequeña fue la que interpuso la denuncia por estos hechos el 23 de abril de 2019.
Teniendo todo ello en cuenta, el fallo que se emitió fue: «debemos condenar y condenamos al acusado como responsable en concepto de autor de un delito de abusos sexuales sobre menores de dieciséis años» –que ahora ratifica el TSJCyL– a la pena de 14 años, tres meses y dos días de prisión. Además, se le reclama una indemnización de 6.000 euros por daños morales y psicológicos a la primera de las niñas y de 8.000 euros por el mismo concepto a la segunda, sumada a la prohibición de aproximación a sus domicilios, lugares de estudios o cualquier otro frecuentado por las mismas o de comunicarse por ningún medio con ellas.