El Obispado de Astorga suspende las procesiones y apuesta por actos litúrgicos

Invita a todos los feligreses a "intensificar" su presencia en las misas y a los párrocos y cofrades a preparar "con esmero" todos los ejercicios propios de la Semana Santa

Patricia Ferrero
17 de Febrero de 2021
Un acto de la Semana Santa de Astorga en una imagen de archivo. | DANIEL MARTÍN
Con la tercera ola de pandemia de coronavirus sobrevolando las fechas de la Semana Santa, que por segundo año se va a ver condicionada por la crisis sanitaria, el obispo de Astorga, Jesús Fernández González, ha emitido un decreto en el que deja claro que quedan suspendidas procesiones y actos cofrades en la vía pública.

Se trata de una decisión motivada por «la grave situación sanitaria y el elevado riesgo de contagios en nuestra Diócesis, que nos reclaman algunas medidas en orden a impedir la concentración de personas y garantizar la salud pública».

La medida adoptada no sorprende a nadie, puesto que viene siendo ya tónica general en todos los municipios, provincias y diócesis no solo de la provincia de León, sino de toda la geografía española. Decisiones movidas, según el prelado asturicense, por la «responsabilidad y el oído el parecer de las autoridades civiles».

Pero que se suspendan los actos procesionales no quiere decir que se suspenda la Semana Santa. Y es que, «la celebración del Ministerio de Cristo muerto y resucitado alcanza en la liturgia su momento álgido».

En este punto, Jesús Fernández González ha transmitido, a través de este documento, la intención de mantener las celebraciones litúrgicas que son propias de la Semana de la Pasión. Eso sí, siempre ateniéndose a las indicaciones de las autoridades competentes en lo que respecta a las medidas sanitarias y de aforo permitido. En todo caso, el obispo de Astorga añade que se «invita» a todos los fieles a «intensificar» la participación en las misas, así como se «anima» a los párrocos, consiliarios, y a los miembros de las hermandades y cofradías, «a preparar con esmero y llevar a cabo dentro de los templos los ejercicios de piedad propios de los días de Cuaresma y Semana Santa».

Es preciso destacar finalmente que el documento firmado por el obispo de Astorga concluye apelando al «amor de Jesucristo», para que «alimente nuestro amor e impulse la ayuda fraterna de los que padecen soledad, pobreza o cualquier necesidad».