Este miércoles arrancará en la Audiencia Provincial de León un juicio contra un hombreal que el fiscal pide cinco años de prisión por un delito de allanamiento de morada, dos de lesiones –leve en uno de los casos– y un último delito leve de daños. El acusado, según las conclusiones provisionales del fiscal, forzó y echó abajo la puerta de una vivienda en Caboalles de Arriba (Villablino) en julio de 2018 y, una vez en su interior, se dirigió con actitud agresiva hacia una menor de 13 años que estaba dentro de la casa para, posteriormente, golpear a una mujer que se encontraba en el baño «de forma deliberada, directa y continuada por todo el cuerpo con puñetazos y patadas».
«Tras cansarse de golpearla» –siempre según el relato del Ministerio Público– salió a la calle principal de la localidad, donde empezó a pegar puñetazos a un coche que conducía un hombre «a muy baja velocidad» y, cuando éste se detuvo, el acusado abrió la puerta del conductor y le propinó «varios puñetazos».
Como resultado de la agresión, la mujer que estaba en la casa sufrió heridas que tardaron 50 días en curar y que le dejaron secuelas en forma de neuralgias intercostales esporádicas. Por su parte, el conductor tardó en curar siete días. Además, los desperfectos ocasionados en la vivienda ascienden a 210 euros y los del coche a 180.
Para la fiscalía los hechos son constitutivos de un delito de allanamiento de morada (por el que le pide tres años de cárcel), un delito de lesiones (dos años por las ocasionadas a la mujer), uno leve de daños y otro leve de lesiones (por los que le reclama multas). El acusado ingresó en prisión por estos hechos el día 19 de julio de 2018 y salió el 22 de abril de 2019 con una prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de la mujer.
«Tras cansarse de golpearla» –siempre según el relato del Ministerio Público– salió a la calle principal de la localidad, donde empezó a pegar puñetazos a un coche que conducía un hombre «a muy baja velocidad» y, cuando éste se detuvo, el acusado abrió la puerta del conductor y le propinó «varios puñetazos».
Como resultado de la agresión, la mujer que estaba en la casa sufrió heridas que tardaron 50 días en curar y que le dejaron secuelas en forma de neuralgias intercostales esporádicas. Por su parte, el conductor tardó en curar siete días. Además, los desperfectos ocasionados en la vivienda ascienden a 210 euros y los del coche a 180.
Para la fiscalía los hechos son constitutivos de un delito de allanamiento de morada (por el que le pide tres años de cárcel), un delito de lesiones (dos años por las ocasionadas a la mujer), uno leve de daños y otro leve de lesiones (por los que le reclama multas). El acusado ingresó en prisión por estos hechos el día 19 de julio de 2018 y salió el 22 de abril de 2019 con una prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de la mujer.