El Colegio Leonés dice adiós a Pedro Belinchón

Varias personalidades del mundo de la enseñanza y de la sociedad leonesa dedican unas palabras a quien consideran "clave" en la pedagogía del centro escolar

L.N.C.
13 de Marzo de 2020
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El Colegio Leonés dice adiós a una figura importante en su historia reciente con el fallecimiento de Pedro Belinchón.Profesor de francés, además de director de Primaria, durante muchos años en el leonés de San Isidoro, Pedro llevaba varios años alejado de la enseñanza por problemas de salud y viviendo en Marbella.Allí fue fundador y presidente de la Asociación Acepsa –centrada en la salud mental- dirigiendo también el Rotary Club de la ciudad.

El funeral se celebrará este sábado en la Iglesia de Santa Marina – a las 11.30 horas- y no se celebrará velatorio público alguno, debido a la situación sanitaria de emergencia.

Obituario de Pedro Belinchón


El fallecimiento de don Pedro Belinchón supone la pérdida de un hombre que, aunque desvinculado al menos de forma activa desde hace años de la educación y de su Colegio, el Colegio Leonés, influyó poderosamente en la pedagogía marcada por el Centro.

Gran conocedor de las corrientes pedagógicas que iban surgiendo, y renovador e innovador en ponerlas en marcha, impulsó en el Centro algunas de las novedades con las que el Colegio fue precursor en el mundo de Educación Infantil y Primaria.

Muchos son los leoneses que fueron testigo de todo ello y beneficiarios de cuantas innovaciones se marcaron entonces desde el Colegio. Algunos de ellos han querido dedicarle unas palabras desde la emoción y la tristeza por su pérdida.

Elías de las Matas, profesor de Lengua y Literatura y compañero en aquel tiempo, lo recuerda así:

“De nuevo el Colegio Leonés está de luto. Hoy ha fallecido el segundo por edad de los hermanos Belinchón, don Pedro, hombre afable y bueno, discípulo y compañero después. Su precaria salud le hizo buscar un clima más propicio en otras latitudes, en Marbella, lo que le alejó solo en distancia, que no en el corazón, de su Colegio Leonés San Isidoro. De profundas convicciones religiosas, luchó siempre por una formación integral en los alumnos, que contemplara la fe religiosa como sentido profundo de la formación académica, espíritu que perdura hoy en el quehacer formativo de los alumnos. Desde el corazón y la amistad, vuela hoy mi recuerdo a aquellos años adolescentes de crisis de salud en los que le acompañé con la satisfacción de verle recuperar su equilibrio físico. Hoy se impone la pena por su pérdida y quiero acompañarles en el dolor a sus hijos, a su hermano y a todos los que lloran su pérdida irreparable en la asociación Acepsa, fundada por él para proporcionar ayuda a hombres y mujeres discapacitados o en situaciones excluyentes, una labor humanitaria en consonancia con el espíritu de don Pedro. Mi reconocimiento para él y un abrazo para su hijo Pedro y toda su familia. Descanse en paz”.

También José Antonio Omaña, discípulo suyo y actual Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Leonés lo recuerda en estas líneas: “Dicen que el sufrir con la muerte duerme y que el tiempo la pena suaviza; que aturde a la memoria dolorida y que el recuerdo es un indeleble testigo que, a modo de loa, nos acerca para siempre a nuestros seres queridos. La muerte de un familiar, de un amigo siempre es un relato corto de lo intenso del dolor cuando no se le espera. De lo gélido de los corazones encalados que no entienden de partidas. Esta mañana hemos recibido la noticia de que don Pedro ha partido hacia la Casa del Padre. El hombre que con inusitada elegancia y refinadas maneras condujo a jóvenes y no tanto, por los viejos pasillos de San Isidoro nos ha dejado, dando un ejemplo de entereza, fortaleza y paz con todo el mundo, consigo mismo y con Dios. Un ejemplo hasta su última exhalación.  Con él, entrañables episodios de la vida del Colegio vieron la luz y su desarrollo, provocando en los niños un inolvidable recuerdo que perdurará por los años en la memoria colectiva de esta familia que hoy formamos.  Hoy dirigirá desde lo más alto, la Escolanía de los mejores en el espacio que se reserva en el cielo para los hombres buenos. Y en la tierra con gran amor, jamás marchito, brillará la luz de su recuerdo, alumbrándonos los pasos de en la suave noche de los tiempos. Querido Pedro, que la tierra le sea leve". 


Por último, Pepe Estrada, compañero y amigo de don Pedro Belinchón le dedica estas palabras: “Conocí a Pedro siendo niños, en el Seminario Menor de León. Él era un año mayor que yo, y siempre mantuvimos una relación muy especial y cariñosa. Gracias a él, ya de joven pude conocer la importancia y significación para la ciudad de León de un centro educativo de la talla del Colegio Leonés. Además, conocer a sus padres en el Seminario – ambos le visitaban regularmente- me impresionó sobremanera: mi destino estaría ligado para siempre desde entonces. Por eso, cuando varias décadas después coincidimos trabajando ya ambos como profesores del centro, el amor por el colegio y nuestro trabajo como educadores cobró si cabe más importancia en nosotros.Pedro era muy cercano a los alumnos y a las familias, y sus clases de francés calaron siempre hondo en ellos. Guardo grandes recuerdos de nuestras largas charlas – siempre fue un incansable educador, preocupado por el futuro de la educación de nuestro país- y su buen humor e inteligencia. Cercano y comprometido hasta el final de sus días con las decisiones de la dirección de la empresa, su camaradería y amor por la institución quedarán para siempre arraigado en todos nosotros”.