Tras la visita realizada por el viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández Sobrino a la localidad berciana de Peñalba de Santiago para comprobar los efectos del incendio que calcinó una vivienda y afectó a otras tres,la Consejería de Cultura y Turismo está estudiando la puesta en marchade una serie de medidas de conservación preventiva y gestión permanente e innovadora, acordes con la importancia de los bienes culturales y su realidad territorial. En este sentido, la Consejería realizará un proyecto piloto de alerta temprana frente a riesgos de inundación, fuego o expolio en monumentos aislados, como es el caso de este conjunto etnológico del Valle del Silencio.
Este proyecto consistirá en el desarrollo de un sistema de software y hardware que permita lanzar avisos en caso de que exista un evento dañino para el patrimonio.
En los últimos años la Junta de Castilla y León ha trabajado en un programa de recuperación integral del Valle del Silencio/Valle del Oza, junto con la Fundación Real Hospital de la Reina, al Consejo Comarcal del Bierzo y a otras instituciones.
La inversión acometida por la Consejería de Cultura y Turismo en los bienes culturales del valle del Silencio ascienden a 1,5 millones de euros, principalmente en la iglesia de Santiago de Peñalba, una joya mozárabe “que ha conservado gracias a sus vecinos y a los profesionales de prestigio que han venido trabajando en ella, la esencia de la arquitectura del periodo de la repoblación”, explican desde la Junta.
Este proyecto consistirá en el desarrollo de un sistema de software y hardware que permita lanzar avisos en caso de que exista un evento dañino para el patrimonio.
En los últimos años la Junta de Castilla y León ha trabajado en un programa de recuperación integral del Valle del Silencio/Valle del Oza, junto con la Fundación Real Hospital de la Reina, al Consejo Comarcal del Bierzo y a otras instituciones.
La inversión acometida por la Consejería de Cultura y Turismo en los bienes culturales del valle del Silencio ascienden a 1,5 millones de euros, principalmente en la iglesia de Santiago de Peñalba, una joya mozárabe “que ha conservado gracias a sus vecinos y a los profesionales de prestigio que han venido trabajando en ella, la esencia de la arquitectura del periodo de la repoblación”, explican desde la Junta.