Cuidado con las enfermedades del verano

Los golpes de calor por el incremento de la temperatura aumentan los riesgos sanitarios

Sergio Jorge
18 de Julio de 2019
Las temperaturas fueron este miércoles elevadas, pero no tanto como las que se esperan para los próximos días. | SAÚL ARÉN
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las temperaturas alcanzarán los 30 grados en León durante la jornada de este jueves. Y serán 32 grados este viernes e incluso podrían llegar a los 36 la próxima semana. Es el caldo de cultivo perfecto para que los golpes de calor afecten a los colectivos con mayor riesgo de sufrir estos problemas de salud, como los mayores, los menores de cinco años, los discapacitados, las personas con enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, cardiopatía, obesidad o alcoholismo) así como las que realizan trabajos físicos intensos o deporte al aire libre.

Son las advertencias que cada año se lanzan desde las administraciones sanitarias para advertir a la ciudadanía de los peligros del calor si no se toman las medidas necesarias, como evitar estar al sol en las horas centrales del día o tomar todo el agua posible para estar constantemente hidratado.

Pero también hay que tomar otras medidas, como evitar las comidas copiosas, reducir la cantidad y basar la alimentación en verduras y frutas, además de reducir la actividad física y descansar con frecuencia a la sombra. También se aconseja usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares, permanecer en espacios ventilados o acondicionados, utilizar las habitaciones más frescas de casa, bajar las persianas y cerrar las ventanas durante el día y abrirlas por la noche para ventilar y mantener los alimentos en el frigorífico. Pero también es aconsejable, según se especifica desde la Consejería de Sanidad, no dejar las ventanillas cerradas cuando se estaciona un vehículo con niños o ancianos en el interior y ayudar a las personas que están en mayor riesgo de sufrir los efectos de las altas temperaturas.

Por eso es también muy recomendable detectar los problemas de salud asociados a estos golpes de calor, como los calambres por pérdida de sales, el agotamiento físico que produce malestar, dolor de cabeza, náuseas, vómitos o sed intensa así como el decaimiento y sensación de postración por la deshidratación, pero también piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, inestabilidad al andar, mareos e incluso convulsiones y entrada en coma.

Qué hacer ante un golpe de calor


Cuando se detecta a una persona que ha sufrido un golpe de calor, lo más importante en primer lugar es llamar al servicio de emergencias del 1-1-2, pero también se puede actuar con otras medidas. Por ejemplo, colocar al enfermo en un lugar a la sombra y quitarle ropa para airearlo y lograr que poco a poco se vaya recuperando. Además, otra opción es que, si está consciente, colocarlo con la cabeza ligeramente elevada y ofrecerle abundante agua, además de refrescar la cara y las axilas, pero no meterle en la bañera para enfriarlo. De igual forma, se desaconseja dar líquidos a una persona que está inconsciente, por lo que lo mejor es colocarlo tumbado de lado con las piernas flexionadas.