Salvo por su año de nacimiento, las dos mujeres no tienen muchas cosas en común, aunque sí mucho que contar. Y es que, un siglo de vida da para mucho.
Tomasa dedicó su vida a cuidar de una familia numerosa, mientras que Nieves encontró su camino en la fe cristiana Tomasa López Miguélez es madre, abuela, bisabuela y tía de una extensa familia que tiene muy en cuenta el regalo que supone poder contar con su presencia, y así se lo ha querido transmitir con un homenaje por su 100 cumpleaños en el que participaron en torno a 60 personas, incluido también el Ayuntamiento de Soto de la Vega, que quiso hacer un obsequio a su vecina centenaria.
Esta mujer nació en la localidad de Soto de la Vega un 1 de mayo del año 1916, en el seno de una familia humilde y numerosa, pues llegaron a ser seis hermanos en total. Eran tiempos complicados, pero la fuerza y la lucha era una seña de identidad de aquella gente del campo. Se casó en el mismo Soto, y después de unos años.
Se trasladó a Requejo de la Vega, donde «la abuela Tomasa», como le llaman de forma cariñosa sus familiares, ha permanecido hasta nuestros días, teniendo que sacar adelante a sus seis hijos al enviudar tras el prematuro fallecimiento del «abuelo Pepe».
Esta mujer logró, con esfuerzo y sudor, ser el ancla de una gran familia compuesta por seis hijos, 15 nietos y 18 biznietos y «alguno más que amamantó», como recordaba uno de sus nietos en una entrañable carta leída en el acto de homenaje, en la que también aludía a su «espíritu, fuerza de ánimo y resistencia para sacar adelante la cosecha de una familia numerosa y unida». La epístola también recordaba todos los consejos y sabiduría que les ha trasmitido para enseñarles a entender la vida y «llenarla de felicidad. Siempre con un mensaje claro: luchar hasta el final sin rendirse».
La familia Botas López viene reuniéndose regularmente todos los años para celebrar el cumpleaños de la abuela Tomasa, cita llena de anécdotas y recuerdos y en la que nunca falta la tradicional camiseta conmemorativa, pero en esta ocasión ha sido más especial y esperan poder seguir repitiendo.
El camino de la hermana María Nieves Magdalena Menéndez fue por otros derroteros, podría decirse, más vocacionales. Nacida el 28 de abril de 1916 en Lada-Langreo, esta religiosa ha desempeñado su labor educativa y cristiana en diferentes puntos de la geografía española, pero principalmente en La Anunciata de León.
Su trayectoria ha sido objeto de reconocimiento por parte no sólo de familiares y amigos, sino de todo un municipio. Y es que, la residencia de las Dominicas de la Anunciata, en la Virgen del Camino, acogió un acto homenaje multitudinario al que acudieron miembros de la corporación municipal, de la junta vecinal, religiosos y demás personas cercanas a la hermana Nieves. Más de 100 asistentes en total que quisieron trasladar a esta centenaria su reconocimiento por todo un siglo de dedicación. Todos ellos cantaron al unísono el cumpleaños feliz a la centenaria, al son que marcó el profesor de piano de la Escuela Municipal de Música. Tras hacerle entrega de un cuadro-pergamino conmemorativo y una cuelga de cumpleaños leonesa, el broche final del acto lo puso el himno asturiano, con una versión muy especial para la ocasión que compuso una hermana Dominica.
Tomasa y Nieves han recorrido caminos muy diferentes en sus 100 años de vida; una dedicada a la familia y la otra a la fe cristiana. Pero sí tienen algo más en común,ambas han sido merecedoras de un reconocimiento multitudinario, rodeadas de decenas de allegados que no han querido perderse un acontecimiento único e irrepetible, como ha sido su centésimo cumpleaños.