La vaca Mariposa, los cuernos engalanados con lazos amarillos, le ha tomado el relevo a la vaca vaca Valenciana en la travesía a pie que ha realizado Baldo López desde su Tejedo del Sil natal hasta la capital leonesa, para revindicar -ante la delegación de la Junta de Castilla y León- unos derechos que, asegura, como ganadero y vecino tiene y se le niegan: “Les mandé durante dos años unas cartas certificadas diciendo que yo quiero pagar, insisto, quiero pagar”, ha subrayado López, este viernes, para alegar homofobia por su condición sexual y señalar que se va a centrar en lo que quieren sus vacas, que es comer y ganarse la vida.
Así, López cuenta con el apoyo de varios sindicatos agrarios cuyos representantes, cencerros repiqueteantes en mano, se han concentrado junto al joven ganadero a las puertas de la institución autonómica.
“La Junta Vecinal ha estado, durante dos años, posiblemente prevaricando porque tienen que hacer un censo ganadero a todos los vecinos del pueblo y durante dos años no me han hecho ningún censo”, ha criticado para continuar con que “quieren una subasta porque quieren beneficiarse con más cantidad de dinero”, ha observado e insistido en que él está dispuesto a pagar y negociar “lo que ellos quieran”.
Es ahí donde está el quid de la cuestión. Por un lado, la reivindicación de López, como vecino del pueblo, de tener derecho a unos pastos y, por otro, la intención de la Junta Vecinal de subastar la totalidad de los terrenos y que luego él vaya a concurso. Conformándose así un proceso que, asegura el ganadero, ha venido a dirimir ante la delegación del gobierno autonómico: “La Junta dice que me tengo que presentar a una subasta, pero ¿dónde están mis derechos como vecino?, yo tengo unos derechos como vecino y no quiero que se olvide la Junta de Tejedo del Sil de que yo soy de Tejedo del Sil y voy a estar siempre en Tejedo del Sil”, ha repetido remarcando con énfasis el nombre de su municipio. “No van a poder conmigo y no me van a echar del pueblo”, ha zanjado.
Para ello, en esa lucha por lo que él considera sus derechos, el ganadero leonés -tras algo más de un centenar de kilómetros caminados- levantará una tienda de campaña frente al organismo de la autonomía y allí pasará noche y día hasta ser escuchado.
Así, López cuenta con el apoyo de varios sindicatos agrarios cuyos representantes, cencerros repiqueteantes en mano, se han concentrado junto al joven ganadero a las puertas de la institución autonómica.
“La Junta Vecinal ha estado, durante dos años, posiblemente prevaricando porque tienen que hacer un censo ganadero a todos los vecinos del pueblo y durante dos años no me han hecho ningún censo”, ha criticado para continuar con que “quieren una subasta porque quieren beneficiarse con más cantidad de dinero”, ha observado e insistido en que él está dispuesto a pagar y negociar “lo que ellos quieran”.
Es ahí donde está el quid de la cuestión. Por un lado, la reivindicación de López, como vecino del pueblo, de tener derecho a unos pastos y, por otro, la intención de la Junta Vecinal de subastar la totalidad de los terrenos y que luego él vaya a concurso. Conformándose así un proceso que, asegura el ganadero, ha venido a dirimir ante la delegación del gobierno autonómico: “La Junta dice que me tengo que presentar a una subasta, pero ¿dónde están mis derechos como vecino?, yo tengo unos derechos como vecino y no quiero que se olvide la Junta de Tejedo del Sil de que yo soy de Tejedo del Sil y voy a estar siempre en Tejedo del Sil”, ha repetido remarcando con énfasis el nombre de su municipio. “No van a poder conmigo y no me van a echar del pueblo”, ha zanjado.
Para ello, en esa lucha por lo que él considera sus derechos, el ganadero leonés -tras algo más de un centenar de kilómetros caminados- levantará una tienda de campaña frente al organismo de la autonomía y allí pasará noche y día hasta ser escuchado.