La asociación para la defensa de los árboles ‘A Morteira’ha salido al paso de las reclamaciones vecinales presentadas en las redes sociales con una recogida de firmas respecto a las obras que se están efectuando en el paseo de Nicolás de Brujas de Ponferrada.
‘A Morteira’ se pone del lado de los vecinos y asegura que «se está actuando sobre el arbolado, causando daños irreversibles que implicarán la muerte progresiva de los árbolesy la pérdida irreparable del paseo arbolado más importante de la ciudad de Ponferrada». Reconoce en un comunicadoque el valor actual de este paseo «viene dado por los factores de aislamiento respecto al tráfico, zona de sombra y frescor. Con sólo estos 2 aspectos esta zona constituye, sin duda,una de las de mayor uso de los ponferradinos».
Por eso apunta que su alteración «por motivos de proyectos de formaciónmalplanteados por parte de los técnicos», asegura y «respaldados incomprensiblemente por los gobernantes», conllevará «un deterioro progresivo de los árboles de dicho paseo yde la calidad de vida de los ciudadanos».
Aunque no se niega a las actuaciones de planes de gestión y conservación urbanos del «cada vez más necesario» arbolado urbano, dice, considera que deben armonizarse las mutuas necesidades de humanos y árboles.
‘A Morteira’ se pone del lado de los vecinos y asegura que «se está actuando sobre el arbolado, causando daños irreversibles que implicarán la muerte progresiva de los árbolesy la pérdida irreparable del paseo arbolado más importante de la ciudad de Ponferrada». Reconoce en un comunicadoque el valor actual de este paseo «viene dado por los factores de aislamiento respecto al tráfico, zona de sombra y frescor. Con sólo estos 2 aspectos esta zona constituye, sin duda,una de las de mayor uso de los ponferradinos».
Por eso apunta que su alteración «por motivos de proyectos de formaciónmalplanteados por parte de los técnicos», asegura y «respaldados incomprensiblemente por los gobernantes», conllevará «un deterioro progresivo de los árboles de dicho paseo yde la calidad de vida de los ciudadanos».
Aunque no se niega a las actuaciones de planes de gestión y conservación urbanos del «cada vez más necesario» arbolado urbano, dice, considera que deben armonizarse las mutuas necesidades de humanos y árboles.