Insiste Mauri en la doble deriva que viene tomando en las últimas fechas:o estampas de una tierra feliz o, malicio, cebos para ver si se me va el oremus y me pongo más loco que aquella mañana que a Luis María Ansón se le olvidó que ya había cumplido un siglo y se puso a desfilar literariamente por las piernas de la tenista alemana Steffi Graft, con una prosa florida como para competir en el premio La sonrisa vertical o similares. La verdad es que fue todo un descubrimiento leer al ilustre académico cómo desvela la lucha contra lo que le pide el cuerpo a ver el cuerpo de Steffi, «la provocación recenta».
No estoy ya para transitar por esos caminos, por más que mi traumatólogo insista en que todavía soy demasiado joven para una prótesis.
Da gusto ir al médico, te hace sentirte importante. Como se debería sentir importante la paloma que viendo el desfile de moda en la plaza, observando el estilo de las modelos debió pensar «¿y porqué no lo voy a hacer yo?». Y lo hizo, entre la admiración del público y las sonrisas cómplices de unas modelos convertidas en colegas. Y que no dejen a la gente darles de comer...
La otra deriva de Mauri es buscar imágenes que nos alegren la vida, que pongan colores a nuestros días grises.
De las piernas, ni palabra, lo que diga Ansón.
No estoy ya para transitar por esos caminos, por más que mi traumatólogo insista en que todavía soy demasiado joven para una prótesis.
Da gusto ir al médico, te hace sentirte importante. Como se debería sentir importante la paloma que viendo el desfile de moda en la plaza, observando el estilo de las modelos debió pensar «¿y porqué no lo voy a hacer yo?». Y lo hizo, entre la admiración del público y las sonrisas cómplices de unas modelos convertidas en colegas. Y que no dejen a la gente darles de comer...
La otra deriva de Mauri es buscar imágenes que nos alegren la vida, que pongan colores a nuestros días grises.
De las piernas, ni palabra, lo que diga Ansón.