Zapatero: "Este Gobierno sí ha apostado por el Incibe, no así por la Ciuden y el carbón"

Entrevista con el expresidente del Gobierno de España

La Nueva Crónica
26/02/2017
 Actualizado a 08/09/2019
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El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, visitaba ayer las dependencias de La Nueva Crónica, donde analizó la situación social y política del país y de su partido en una entrevista en la que todos los redactores aportaron sus preguntas. Rodríguez Zapatero, el leonés que durante ocho años presidió el Gobierno de España, siente especial orgullo por haber podido firmar el final de ETA, un momento que recuerda lleno de tensión, de entusiasmo y de sensaciones, pues él sabía, afirma, que aquel era el final del terrorismo en España.

–¿Cuál fueron sus sensaciones en el acto que se celebró el viernes en León en homenaje a José Antonio Alonso?
–Sensaciones de una memoria de grandes satisfacciones en León. Toda una memoria de vida. Gratificante por un lado, por ver a tantos compañeros de la carrera, pero queda la gran pena, el gran vacío que uno siente.

–Pero su relación con José Antonio Alonso no solo se circunscribió a la etapa de juventud, también estuvo la etapa profesional…
–Sí, pero si tuviera que elegir cuál me gustaría volver a vivir, la etapa de León con José Antonio Alonso, la de la facultad. Hombre, un Gobierno es un Gobierno, pero personalmente, vitalmente, íntimamente, la etapa de León.

–¿Siente que el distanciamiento entre la política y el ciudadano es mayor hoy que cuando usted salió del Gobierno?
–La política, igual que la democracia, igual que los derechos, es siempre una lucha permanente que empieza cada día. Yo creo que cada día hay que intentar que la política funcione mejor, que se ofrezca confianza, y creo que son muy importantes los liderazgos. Los liderazgos políticos son los que canalizan, dan esperanza, y eso es cíclico. Tengamos un poco de paciencia, sobre todo para ver cómo se sustancian los primeros meses del Gobierno Trump, que afectará mucho a la política del mundo.

–¿Cree que la historia hará justicia a su gestión al frente de la Presidencia del Gobierno?
–Debo decir que cuando has estado ahí y cuando has tenido que tomar tantas decisiones y cuando has tenido el sentido de la responsabilidad, yo sé que hay mucha gente que esto no se lo cree, pero acabas pensando antes que en nada en tu país. Creo que afortunadamente las sociedades libres, democráticas, harán un juicio como de casi todos los periodos. Un juicio en el que habrá luces y sombras.

El proceso más intenso y el momento más íntimo conmigo mismo de vivencia fue el día que ETA anunció el fin de la violencia, porque yo sabía que era para siempre–¿Cuál cree que fue la mejor decisión política que tomó durante sus años como presidente del Gobierno?
–¿Decisión? La mejor fue abordar el final de ETA y lograrlo. Sin duda alguna. Y aquí entra la perspectiva, porque se nos ha olvidado lo que sufríamos cuando había al año veinte, treinta, atentados mortales. Se nos olvida. Pero no lo digo como un reproche, lo digo porque es así la vida. Afortunadamente, si superamos una mala situación, pues ya… Yo llegué a la Presidencia del Gobierno con el dolor en carne viva de toda la sociedad española por el atentado del 11-M y porque ETA estaba aún vigente y matando. Era sin duda alguna la gran preocupación de los españoles, no más muertos por el terrorismo, no más muertos, no más víctimas. Y debo decir que fue la tarea a la que más empeño y tiempo dediqué. Es verdad que luego, como siempre, una de las cosas que es indiscutible, es que el azar es determinante. Por tanto, yo creo que la decisión, sin duda alguna, fue esa, el proceso más intenso y el momento más íntimo conmigo mismo de vivencia fue el día que ETA anunció el fin de la violencia, porque yo sabía que era para siempre, eso sí lo sabía.

–¿Y la peor?
–Año 2009, incremento del paro de una manera como seguramente no había precedentes y una cierta sensación de impotencia, de decir a ver, con todos los instrumentos que hay de mi mano, qué puedo hacer. Y cómo detener esto, pues es sin duda alguna el peor momento, las decisiones más complicadas, derivadas de ahí.

–Últimamente en España se habla mucho de Venezuela, ¿qué objetivo persigue usted con tantas visitas a este país?
–Formo parte de un grupo de acompañamiento, diálogo, mediación, entre gobierno y oposición de Venezuela. Como se sabe, hay un gran antagonismo entre gobierno y oposición en Venezuela, y nuestro objetivo, uno, es que no derive en conflicto, importante la tarea de contención; y dos, la búsqueda de un acuerdo de estabilidad para Venezuela. Llevamos trabajando por ello meses, por cierto con el respaldo y la coordinación del Gobierno de España. En un mismo país, cuando hablas con unos y con otros, hay dos historias radicalmente diferentes, necesitan un momento fundacional de consenso, hay casi dos visiones de país en un país. Entonces, buscar un proceso de consenso, de entendimiento, desde un antagonismo que viene de tantas décadas, es una tarea difícil.



–Desde esa labor mediadora, ¿en qué medida ayuda esa vinculación que se hace de Podemos y Venezuela?
–No afecta de manera sustancial. Es verdad que en Venezuela se sigue mucho la política española, como en casi toda Latinoamérica. Y bueno, es verdad que Podemos allí tiene más simpatía en un lado que otro, obviamente, pero suele pasar en todos los procesos donde hay una conflictividad política alta intensa. Pero no hay una influencia… Es verdad que dirigentes de Podemos tuvieron en su día, más que tienen tuvieron, una relación muy cercana con Venezuela y con otros países latinoamericanos, pero que tiene también una explicación. Todo cuando lo conoces, profundizas, siempre en la letra pequeña están los detalles. Buena parte de los dirigentes de Podemos estuvieron trabajando en un instituto latinoamericano de la Complutense, dedicaron sus investigaciones doctorales, estudios, a todos los procesos de cambio que en aquel momento se producían en Latinoamérica, una ola en favor de la izquierda en Bolivia, Ecuador, Venezuela… Entonces eso es aproximarse, acercarse, asesorar. Todo tiene su explicación, a veces las cosas se explican de una manera más natural de lo que pueda parecer. Descreo de las visiones conspiratorias de la historia. Mi experiencia me dice que el azar pesa más que la conspiración.

–El hecho de que algunas de las críticas más feroces que sufrió como presidente llegaran desde León, a pesar de la evidente inversión que llegó a la provincia durante su Presidencia, ¿se lo esperaba o le sorprendió?
–Debo decir que a lo mejor he tenido la suerte de no escucharlas, pero yo siempre he tenido la sensación en León de ser muy bien tratado, que la gente me aprecia o me respeta al menos. Yo procuré hacer bastante inversión en León, lo extraño es que no me lo criticaran en otros sitios, lo cual es bueno porque yo creo que la gente respeta mucho que un político valore sus raíces, sea leal a su tierra. Invertí todo lo que se pudo invertir en León. Dejamos dos polos de futuro que son la Ciuden y el Inteco, hoy Incibe, que sin duda alguna tiene una gran proyección. Ya la tuvo en el origen, porque ayudó a crear empresas tecnológicas, se habla de cerca de 700 empleos. Ahora se ha transformado en el Incibe, que tiene una parte no buena, que es que reduce el campo de lo que fue el proyecto tecnológico, pero tiene otra buena, y es que si hoy hablas con cualquier empresa tecnológica del mundo te dice que el reto es la ciberseguridad, y la referencia en España está en León, debemos tener eso como un elemento de futuro. Es verdad que esto genera nuevos empleos, en el campo de los servicios, del talento, de las redes sociales, que hoy todavía no los vemos, están creándose, se van a crear, pero otros los destruyen, y hay muchas personas que, si han trabajado en sectores industriales que la robotización va a acabar esos empleos, pues siente incertidumbre e inseguridad. No es la primera vez en la historia, pero es la mejor vez en la historia que afrontamos esto, porque lo afrontamos con menos pobreza que nunca, aunque no lo parezca, con menos mortalidad infantil, con más erradicación de enfermedades infecciosas, menos analfabetismo….

Para mí es importante, razonable y conveniente defender una parte de reserva estratégica de carbón nacional, y también en esto la innovación es clave–¿Qué siente cuando escucha la voz de las cuencas mineras pidiendo el cumplimiento de un Plan del Carbón con el que usted convivió?
–Siento solidaridad y apoyo porque yo procuré cumplir el plan, hacer un plan, pelearlo mucho. Para mí es importante, razonable y conveniente defender una parte de reserva estratégica de carbón nacional. Es una pelea dura y además tenemos que ser conscientes de que también en esto la innovación y el cambio es la clave. Por cierto, la UE nos dotó de una importantísima subvención para la Ciuden, para el secuestro del carbón. Yo creo que así como el Incibe ha tenido una apuesta de Gobierno, el Ministerio de Energía no le ha puesto el impulso que necesita para que ganemos tiempo para lograr esa gran revolución tecnológica que sería el secuestro de ese CO2.
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