Otra vez le tocará remontar al Atlético Astorga. De nuevo un resultado adverso pero asequible de levantar en el partido de vuelta en La Eragudina. Como en la primera ronda en Algeciras, el choque de ida se salda con derrota de los maragatos por 1-0, esta vez frente al Vitoria. Un despiste obligará a los de Miñambres a ir contracorriente, pese a cuajar un buen encuentro en el que fueron de menos a más, mejorando con el paso de los minutos y dominando con claridad en la segunda parte, pero sin acierto en el último pase para transformar en ocasiones ese control.
Todo quedó marcado por la mala salida del Astorga y el error defensivo a los 6 minutos que supuso el único gol del choque. Y es que, antes de él, ya había avisado dos veces el filial del Éibar, ambas con Adeva como protagonista, pero primero remataba muy mal en buena posición tras una jugada por banda, y después veía cómo su disparo golpeaba en un defensa.
El Vitoria salió en tromba y, tras dos avisos de Adeva, encontró el gol tras rematar solo Íñigo en un error defensivo Pero a la tercera fue la vencida. Los vitorianos colgaban al área un saque de banda, peinaban el balón y encontraban a Íñigo, libre de marca en boca de gol, para disparar raso y ajustado al palo y hacer el 1-0 en el marcador.
El palo fue enorme, pero el Astorga se rehízo de él a base de hacerse dueño del balón. Tocó y tocó desde atrás la escuadra maragata, robando el esférico a los locales con un Marcos sensacional organizándolo todo,aunque sufriendo por la velocidad y habilidad en la banda de Josué e Íñigo cuando éstos recuperaban. Fue el panorama que presidió la segunda mitad y el que empezaba a haber tras el gol ya en la primera, hasta que la lesión de Bardal dejó tocado a los maragatos.
Porque sin duda fue la peor noticia del encuentro. En un saque de esquina y tras un choque con un rival, el mediocentro defensivo se echaba la mano a la parte de atrás del muslo y pedía inmediatamente el cambio, estando prácticamente descartado para la vuelta pues las primeras exploraciones apuntan a una fuerte rotura fibrilar.
Bardal se tuvo que marchar lesionado de la primera mitad y con una rotura de fibras tampoco estará en la vuelta Eso obligo a recolocar sus piezas a Miñambres, que justo antes veía cómo el meta Areitio impedía el empate con una gran doble intervención en la que acabaría siendo la mejor ocasión visitante de todo el partido. La tuvo por dos veces Roberto Puente, después de que Diego sacara rápido una falta y pillara descolocada en su único error a la sólida defensa local, que dejaba libre al punta, que disparaba escorado hacia la derecha y se encontraba con la parada del meta, cogiendo también el rechace y disparando a bocajarro pero topándose de nuevo con la manopla de un portero que la mandaba a córner.
No acertó en esa el Astorga, que reclamó un posible penalti sobre Emilio, y tampoco lo hizo en su otra ocasión del primer acto, en un gran pase largo de Marcos a Jorge, que combinaba con un Javi Amor que disparaba pero se encontraba con la intervención en dos tiempos de Areitio.
Puente, libre de marca aunque escorado, y Javi Amor con dos disparos que detuvo Areitio, tuvieron las mejores ocasiones Eso sí, también tuvo las suyas el Vitoria. ¿La más clara? A la media hora, en un centro casi desde el centro del campo de Etxebarría, en el que de nuevo un fallo de marca dejaba solo a un atacante, esta vez Josué, que intentaba darla de primeras y la enviaba fuera aunque pegada al poste. Pero también la tuvo en dos ocasiones Etxaburu, que primero veía cómo su tiro dentro del área pegaba en un defensa y casi se envenena y acaba dentro, y después remataba a la salida de un córner pero se topaba con la intervención de Reguero.
Sin embargo, tras el descanso, el peligro local desapareció. Ni una sola llegada peligrosa tuvieron ante un Astorga dominador y que recuperaba la solidez atrás, pero que apenas conseguía tampoco encontrar espacios en la zaga.
El fuerte calor obligó al árbitro a detener el partido para hidratarse e hizo que ambos llegaran fundidos al final Así, mientras el partido se endurecía con fuertes entradas y varias tarjetas, el mejor momento maragato llegó coincidiendo con el ecuador de la segunda mitad. Ahí la tuvo Javi Amor, tras una buena triangulación que dejó el balón en la banda izquierda, donde controlaba, encaraba y soltaba un buen disparo pegado al palo que mandaba a córner Areitio, que solventaba también bien un disparo lejano de Emilio y al que Puente no obligaba a intervenir en un saque de esquina que remataba absolutamente solo pero muy desviado.
Ahí se acabó el choque, porque en el último cuarto de hora nadie quiso correr riesgos y además se notó el bajón físico provocado por el intenso calor, que obligó al árbitro a hacer en las dos mitades ese novedoso ‘mini tiempo muerto’ parando el partido para hidratarse.
Todo queda abierto, aunque con mínima ventaja vitoriana. La Eragudina dictará sentencia. El ascenso exige otra remontada.