Un referente pictórico

El Camarote Madrid hizo entrega de los premios de su IV certamen de pintura. Javier Gómez, propietario del establecimiento, avanzó a este periódico que el próximo año la cuantía económica de los premios ascenderá a seis mil euros

Joaquín Revuelta
29/08/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Los artistas galardonados y patrocinadores en una foto de familia este domingo a la entrada del Camarote Madrid.
Los artistas galardonados y patrocinadores en una foto de familia este domingo a la entrada del Camarote Madrid.
El céntrico establecimiento hostelero de la calle Cervantes acogió al mediodía de ayer domingo la entrega de premios del IV Certamen de Pintura ‘Camarote Madrid’, que contó con la presencia de buena parte de los artistas galardonados y de los patrocinadores de los premios, además de un invitado especial, el alcalde de León, Antonio Silván, quien hizo entrega del premio principal que lleva el nombre de Camarote Madrid y que está dotado con 1.800 euros al artista donostiarra Agustín Pontesta Icuza por su obra ‘El viaje a ninguna parte’, una pieza realizada con técnica mixta sobre tabla que el jurado valoró por unanimidad como el mejor del casi centenar de trabajos presentados a esta cuarta edición, algo que "anima y alegra" al joven pintor vasco que reconoce lleva trabajando desde algún tiempo en dos vertientes, una relativa a éxodos donde sitúa a multitudes en espacios desolados y en la que el paisaje cobra más protagonismo que la propia figura, y una segunda vertiente más abstracta en la que realiza agujeros, grietas, que considera que continúa siendo figurativa, "pero más orgánica".

El artista vasco reconoce que le gusta mucho viajar y que los escenarios que visita, algunos tan particulares como los existentes en el sur de la Patagonia o los campos base del Everest o el Anapurna, están de alguna forma presentes en sus obras, siendo ‘El viaje a ninguna parte’ fiel reflejo de ello.El gran comunicador Carlos Herrera confiesa que la interpretación de los cuadros siempre le ha parecido "un arte extraño, privativo e imposible", e ironiza sobre determinadas críticas que le ha tocado leer cargadas de retórica. Sobre el cuadro que ha adquirido, que lleva por título ‘Bosque japonés’ y pertenece al artista leonés Gonzalo Prieto, solo puede decir que le gusta y que su visión le causa una agradable sensación, sobre todo contemplando el arbusto, "que me recuerda mucho a Doñana", asegura el periodista.Algo más elocuente se muestra su autor, que asegura lleva más de un año trabajando el tema de los bosques –una serie titulada ‘Forest’ que comenzó en agosto de 2015– y la obra premiada es continuación de ese trabajo. "Es una evolución porque aparte de pintura incorporo serigrafía, metacrilato... No sé si continuaré por este camino o cambiaré de registro", señala Prieto, para quien la sutileza y delicadeza que transmite esta pintura le recordaba a un bosque japonés.Raúl y Óscar Quijano se muestran encantados de seguir colaborando con este certamen y de hacerlo a través de uno de los cuatro premios de adquisición. El suyo recayó en la artista viguesa Fernanda Fernández por la obra ‘Repollo’, en cuya elección, reconocen tuvo mucha responsabilidad su hermano Jorge, "que es el que entiende de arte porque es doctor en Bellas Artes por La Sorbona y él es el que nos ayuda más a la hora de elegir los cuadros", reconoce Raúl, que en el caso de ‘Repollo’, de la artista viguesa Fernanda Fernández, les llamó poderosamente la atención la depurada técnica que la artista había aplicado en la plasmación al óleo sobre lino de esta planta comestible. Sobre la iniciativa de Camarote Madrid de potenciar la cultura en general y el arte en particular, Óscar Quijano es de la opinión de que debería cundir el ejemplo y que más gente se sumara a este tipo de iniciativas. "Todo lo que sea apoyar el arte, desde el ámbito que sea, me parece fabuloso porque no hay tantos conductos ni tantas facilidades para que los artistas muestren sus habilidades".La artista gallega Fernanda Fernández se mostraba encantada de que Café Quijano hubiera adquirido su cuadro titulado ‘Repollo’, que forma parte de una serie sobre coles y hortalizas. "Ahora estoy trabajando en unas lechugas. Son temas que me motivan desde el punto de vista pictórico por las posibilidades cromáticas que ofrece y el efecto de la luz sobre todo eso que se halla a la vista en el cuadro".

Pablo Martínez, propietario de Espacio E y asesor del certamen y demás eventos artísticos que tienen lugar en el Camarote Madrid, se muestra muy satisfecho por cómo se ha desarrollado esta cuarta edición de un certamen al que se han presentado casi un centenar de obras y en cuya selección de los doce finalistas solo ha primado la calidad, dándose la casualidad de que este año ha dominado el realismo, que está muy presente en la obra de Verónica Bueno Salgado ‘Automoribundia’, que ha adquirido para su colección. "Aunque se trata de una imagen muy realista, el tipo de pintura, acrílica sobre tabla, es muy diferente al resto".

Por último, Javier Gómez, propietario del Camarote Madrid, ha querido avanzar a este periódico que dada la dimensión que ha adquirido el certamen en estas cuatro ediciones se ha tomado la decisión de dar un paso adelante e incrementar la cuantía económica de todos los premios, pasando el premio principal de 1.800 a 2.000 euros y los cuatro premios de adquisición de los 600 euros actuales a los 1.000, donde repetirán tanto Café Quijano, como Harlem, Herrera y la galería Espacio E.
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