Un mañana incierto

El dinero que aportan los trabajadores de la provincia de León no alcanza para pagar ni la mitad de las pensiones. El asunto es serio, es pues tras una vida de trabajo y de contribuir con una parte de los ingresos a la hucha de las pensiones empieza a preocupar el qué pasará mañana. Que León es una provincia envejecida y con graves problemas de desempleo es algo más que advertido y reiterado, pero si no se encuentra una solución, y pronto, los trabajadores de hoy verán peligrar sus pensiones de mañana, y, al menos hasta ahora, los datos apuntan más a una complicación de la situación que a una solución. Los datos del pasado ejercicio establecen que el gasto en las pensiones de los leoneses se situó en 1.647,6 millones de euros, mientras que los ingresos que aportaron los afiliados fueron únicamente de 725,2 millones. Este escenario deja un déficit de 922,4 millones de euros, una cifra que no ha hecho más que crecer y crecer en los últimos años, incluso cuando se supone que la provincia ha creado empleo, 3.353 puestos de trabajo en los últimos tres años. De ello puede deducirse que la calidad del empleo que se crea es manifiestamente mejorable, puesto que se trataría en muchas ocasiones de contratos a tiempo parcial o de duración determinada. Esto también puede deberse a que se bajan las bases de cotización. El problema no es sólo de León, pero sí es más acuciante en este territorio que en otros.