Treinta años cambiando vidas

El programa Erasmus cumple en este 2017 su trigésimo aniversario, con España como destino preferido y tercer país que más alumnos envía al exterior

Ical
19/03/2017
 Actualizado a 17/09/2019
(I a D) Chiara, Caolán, Michelle, estudiantes Erasmus en Valladolid provenientes de Italia, Irlanda y Alemania, respectivamente. | ICAL
(I a D) Chiara, Caolán, Michelle, estudiantes Erasmus en Valladolid provenientes de Italia, Irlanda y Alemania, respectivamente. | ICAL
1987. Europa aun está divida por un telón de acero que pronto caerá. España apenas ha vuelto a la democracia hace una década y es un bebé en el seno de la Comunidad Europea. La Unión Soviética y Estados Unidos están a punto de ver como la burbuja de una Guerra Fría que ya sólo sostienen ellos está a punto de explotar. La caída del muro de Berlín, el mayor hito de la Historia Contemporánea, está cerca y con ella la apertura a una nueva era. La globalización.

Un término que muchos no sabrían explicar en la década de los 80, pero que unos pocos visionarios supieron comprender perfectamente. Algunos de estos ilustrados formaban parte del Foro de Estudiantes Europeos (AEGEE en sus siglas en francés). Frank Biancheri, luchador incansable por la unión de territorios y el derribo de fronteras, era su cabecilla. Así, el 9 de enero de 1987 la AEGEE tuvo la idea de crear el famoso Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios (Erasmus).

A día de hoy, alrededor de 9 millones de universitarios han disfrutado ya del programa Erasmus. De ese total, España, destino preferido y tercer país que más personas envía al exterior, ha sacado 625.000 estudiantes fuera de sus fronteras.

Las universidades de Castilla y León tienen un papel importante dentro de ese total. A pesar de que en los últimos años la crisis y los recortes se han notado, el crecimiento que han experimentado las facultades de la Comunidad en cuanto al número de estudiantes que reciben y envían en estos 30 años de programa, ha sido espectacular.

Valladolid

La Universidad de Valladolid tiene gran actividad dentro del programa Erasmus. Cada año son más de mil personas (entre estudiantes enviados y recibidos) las que participan en este programa. Por ejemplo, durante el curso pasado, saldrían de la Universidad un total de 655 alumnos, mientras que vendrían 767.

Distribuidos por campus, desde Palencia salieron 39 alumnos, desde Segovia y Soria, 69, y desde Valladolid, 487. En el caso de la recepción de estudiantes, Palencia acogió 15 alumnos; Segovia, 21; Soria, 62 y Valladolid 669.

Este año las cifras de estudiantes que ha recibido la capital de la Comunidad son parecidas. Tres de los estudiantes que han elegido su universidad como destino son Chiara Brambilla, de Italia, Caolán McMullan, de Irlanda y Michelle Kretzschmar, de Alemania. En una entrevista concedida a Ical, todos coinciden en que la elección de Valladolid como destino se debe a la “necesidad de aprender español”.

Caolán reconoce que su primera opción “fue Barcelona” pero que desde su llegada a Valladolid se siente “encantado con la ciudad”. Chiara, por su parte, vive su primera experiencia fuera de casa y admite que “la ciudad le está enseñando muchas cosas”. Por último, Michelle reconoce que la buena localización geográfica de la capital del Pisuerga le ha permitido visitar Bilbao, San Sebastián, Oviedo, Sevilla, y “muchos más lugares”.

En cuanto a los estudiantes locales que decidieron estudiar fuera, Raquel Ayerbe, estudiante de interpretación y traducción en Soria, se decantó por Lieja (Bélgica) como destino para su 'año Erasmus'. La joven estudiante hizo un curso académico completo en la localidad belga y comentó a Ical que “había muchas maneras de conocer a gente, la primera era perdiéndote en la universidad, en un supermercado o en las estaciones, y la segunda ya era de fiesta, la más aclamada”.

Raquel, que estuvo de Erasmus durante el curso 2015-16, resume su Erasmus cómo “aquellas anécdotas que tienes con ese conjunto de personas que conociste y que en muchas ocasiones sabes que no podrás volver a ver, pero de las que te sientes orgullosa y no cambiarías por nada”.

Por otro lado, su amiga Aba Ferrero, estudiante de arquitectura en Valladolid, aún sigue disfrutando de la experiencia en Cracovia. Eligió salir un año para conocer cosas cosas, olvidarse de la rutina y aprender inglés. “Hacer un Erasmus es algo único único que hay que vivir, te cambia el modo de ver las cosas, te hace crecer y madurar como persona”, reconoce a Ical.

“La gente que conoces es una de las mejores cosas de la experiencia; tienes a tu familia y amigos a miles de kilómetros, así que te acabas creando tu nueva pequeña familia”, comenta Alba sobre los vínculos de amistad que se crean gracias al programa de intercambio de estudiantes.

Salamanca

Salamanca también presenta un alto índice de implicación con el programa. La USAL (que comprende las facultades de Salamanca, Zamora, Ávila y Béjar) implantó el Programa Erasmus en el año 1988 y desde entonces ha recibido a 21.671 estudiantes, llegando a un pico histórico de 1.257 durante el curso 2007-08, siendo Italia (4.433), Francia (4.039) y Alemania (3.955) los países que más envían. De ese total, 92 personas han venido a Ávila, 136 a Zamora, 45 a Béjar y el resto a Salamanca.

Las facultades que más alumnos reciben son las de Filología, Economía y Empresa y Derecho. Además, en cuanto a la tendencia, la mayoría de alumnos deciden permanecer en España tan sólo un semestre.

Por otro lado, 12.589 estudiantes decidieron realizar el camino inverso. De ellos 203 lo han hecho desde las facultades de Zamora, 170 desde las de Ávila y 71 desde Béjar.

La mayoría de los estudiantes salieron desde las facultades de Filología y Derecho de Salamanca, dónde 2.181 y 1.681 alumnos, respectivamente, han vivido la experiencia. Además, el crecimiento es exponencial, de los 54 valientes que quisieron probar suerte durante el curso 88-89 hasta los 498 que salieron durante el periodo lectivo pasado; llegando a una cifra máxima de 726 alumnos durante el curso 2011-12 en este apartado estadístico.

León

León sería la tercera universidad de la comunidad en cuanto a actividad dentro del Programa Erasmus se refiere, con un total un total de 3.898 alumnos acogidos desde 1987 provenientes principalmente de Italia, Alemania y Francia. Al igual que en el resto de universidades castellanas y leonesas, la evolución siempre ha sido positiva, llegando a recibir 250 personas durante el curso actual, aunque la mayoría de ellos sólo se queda durante un semestre. Los principales destinos de quiénes deciden venir a estudiar a la ULE son las Facultades de Económicas y Filosofía y Letras.

Por otro lado, la Universidad de León envió 6.180 alumnos a estudiar fuera de España, siendo Económicas e Industriales las carreras con más participantes en el proyecto. Los destinos predilectos son Portugal, Italia y los países del centro de Europa con un curso académico como periodo de estancia elegido.

Los requisitos solicitados por la Universidad para poder formar parte de este programa son tener un mínimo de créditos aprobado, que dependen en función del grado cursado, así cómo verificar un nivel mínimo de B1 del idioma oficial del país de acogida.

Una de las alumnas que reunió esas condiciones fue Ángela García, estudiante de Ingeniería Industrial, que el año pasado decidió irse durante el segundo cuatrimestre a Horsens (Dinamarca). "Si me dieran la oportunidad de repetir, diría sí, sin duda", comenta Ángela en declaraciones a Ical. "Llegué sola, sin conocer a nadie, pero pronto comienzas a conocer gente y en cuanto coges confianza empiezas a compartir tradiciones e intercambios culturales", explica la protagonista sobre su experiencia.

"Sin lugar a dudas puedo decir que todo lo que me queda del Erasmus son buenos momentos, buenos amigos que algún día volverás a ver y muchas ganas de repetirlo. Una experiencia enriquecedora tanto a nivel personal como académico", resume la estudiante de la ULE.

Burgos

Burgos sería la última de las universidades castellanas y leonesas en unirse al Programa Erasmus debido a su tardía creación en 1994. Sin embargo, desde sus inicios la UBU decidió formar parte del proyecto de intercambio de estudiantes.

Desde 1995 el crecimiento de alumnos que recibe la Universidad es constante. En el curso 1995-96 la UBU tan sólo recibió cuatro estudiantes, mientras que el año pasado llegó casi a la centena, con un total de 97 personas acogidas. Por otro lado, los alumnos de la universidad que quieren realizar un curso académico fuera del país han pasado de 19, durante el primer año de implantación del plan, a 261 en el periodo lectivo 2015-16.

El número de convenios también creció rápidamente, de las 9 universidades iniciales con las que se mantenían relaciones, se ha llegado a 319. Además, en cuanto a las facultades que más personas reciben, la de Humanidades y Comunicación, la de Ciencias Económicas y Empresariales y la de Derecho son las que se llevan la palma. Por contra, las que más envían son la Politécnica, seguida de Económicas y Derecho, con un aumento destacable de la facultad de Educación durante los últimos años.

Novedades en el programa

Desde sus inicios el programa Erasmus no ha parado de crecer. Sus primeros apoyos vinieron desde el Comisario Europeo de Educación, el español Manuel Marín y los presidentes de la República Francesa, François Miterrand, y del Gobierno de España, Felipe González. Así pues, España fue uno de sus principales impulsores.

De los once países originarios con que se fundó el plan se ha pasado a 33, más los 169 que trabajan de forma asociada. 'Erasmus' ha traspasado fronteras. Ya no se limita a actuar dentro de Europa, sino que ha establecido convenios con Estados de todo el mundo.

La última y probablemente la modificación más conocida en los 30 años que lleva el programa es la conocida como 'Erasmus +'. Un plan implantado en 2014 al que le quedan 3 años más de vida (hasta 2020) y por el que se han ampliado los competencias del proyecto y la empleabilidad de los jóvenes. 'Erasmus +' aumentó un 40 por ciento el presupuesto, llegando a los 14.700 millones de euros, lo que para España reportó un incremento del 4,22 por ciento.

Con estos fondos 'extra' se están promoviendo actuaciones como la financiación de las personas que realicen un máster al completo en el extranjero o la inclusión de un plan deportivo específico (que supone el 1,8 por ciento de ese presupuesto).

Así pues, la distribución del presupuesto tras la aprobación de 'Erasmus +' quedó de la siguiente forma: un 63 por ciento de fondos destinados a fomentar la movilidad, un 28 a la cooperación para la innovación y el intercambio de buenas prácticas, un 4,2 para el apoyo a la reforma política y el restante 4,8 que se redistribuirá entre los dos primeros conceptos.

'Erasmus +' ha sido la reforma más reciente, pero no la única que se ha realizado durante los 30 años de historia del programa. Durante el curso 2007-08, Burgos y León comenzarían también a trabajar la movilidad internacional con estudiantes en prácticas. Un año más tarde lo haría la universidad de Salamanca. Así, hasta el momento 219 universitarios de la ULE han estado trabajando en el extranjero, mientras que desde Salamanca han salido un total de 126 personas aprovechando este tipo de movilidad.

Los profesores castellano y leoneses también han podido impartir docencia en el extranjero gracias al programa. Aunque su periodo de estancia es especial. Sólo pueden disfrutar de una semana lectiva en el exterior en la que realizan charlas y conferencias.

Los primeros en poder hacerlo fueron los de la Universidad de Burgos, que desde 1996 han enviado 216 personas principalmente a países como Italia y Alemania. La USAL trabaja en este programa desde el curso 2006-07 y en total han salido 1.308 personas. León, por su parte, comenzó un año antes que Salamanca aunque en el plan han participado 638 docentes.

Así pues, desde su ratificación el 15 de junio de 1987, en un periodo en el que Europa estaba sumida por la incertidumbre y un futuro incierto, el programa Erasmus no ha parado de crecer e innovar hasta convertirse en uno de los proyectos de mayor éxito de la Unión Europea. Bajo el lema "cambiando vidas, abriendo mentes", lleva ya 30 años creando experiencias, rompiendo fronteras y uniendo estudiantes.
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